30/12/10

Adios 2010

Adios 2010
Este año hemos viajado por la historia del pensamiento europeo, desde la civilización griega con Platón hasta la actualidad con Amin Maalouf, y hemos apuntado unas perspectivas para el futuro.

Con el Banquete, conocimos la sociedad ateniense y sus formas de pensar y divertirse, y nos enredamos hablando sobre el amor, el principio de todas las cosas. Después, avanzamos bastantes siglos y nos deleitamos con el refinamiento andalusí, que también cantaba al amor en sus poemas del siglo XIII. La historia se hizo un poco más fría y oscura, llegó el cristianismo y sus cismas, y analizamos el Elogio de la locura o estulticia al que había llegado el pensamiento europeo, y después nos detuvimos de nuevo en España, para seguir con la ironía y las bromas soeces del Buscón. Con la siguiente lectura viajamos de nuevo hacia países del norte, las nacionalidades emergentes del siglo XVIII, el romanticismo alemán de Werther, y el caos aumenta y aumenta y la carrera del capitalismo que surge con la industrialización y necesita más y más mercado como un monstruo insaciable víctima de sus propios creadores, que se ven obligados a alimentarlo inventando guerras, destruyendo y matando para crear de nuevo materia que destruir y consumir. Ya estamos en el siglo XIX en Francia, en el reino de Ubú y en el mundo se está armando una gran guerra mundial. Después de esta gran guerra habrá una pequeña recuperación del sistema que volverá a estallar de nuevo en la Segunda Gran Guerra Mundial. En el siglo XX, a consecuencia de estos grandes conflictos las relaciones entre los países y entre las personas van a cambiar definitivamente, y surgirá el miedo, que dominará la vida de los hombres hasta hoy. El miedo necesario para alimentar al monstruo, y que no seamos devorados por el, aunque parece que cada vez estamos más cerca de sus fauces sangrientas. Dario Fo con Muerte accidental de un anarquista nos presenta esta situación de una manera muy irónica. Nos hará reir de la muerte, que no es más que una pantomima, una broma macabra a manos del poder, cuando se presenta de una forma accidental, sin culpables, porque nadie es capaz de distinguir la luz de la sombra, la realidad de la ficción. Teatro, la vida es puro teatro.
Pero teníamos que terminar con una visión un poco más analítica y esperanzadora, de la mano de Amin Maalouf, porque debemos encontrar soluciones. Las sabremos distinguir? Veremos la chispa que encienda la lámpara en la niebla? Tal vez, mirando ahora en otra dirección, hacia civilizaciones más antiguas que la europea podamos encontrar esa luz. Ya hemos abierto la ventana para respirar el Viento del Este, que llega desde los países de Oriente para entrar en nuestro cuerpo y renovar nuestras células...

Este programa nos ha servido para hacer un repaso a nuestra historia más cercana, para así tratar de entender la realidad que nos rodea y entendernos un poco mejor a nosotros mismos, y poder ser también un poco mejores. Tal vez ahora conseguiremos ser más imaginativos para encontrar soluciones a problemas que nos acompañan desde la antiguedad clásica.

1/12/10

Convocatoria 8ª REUNIÓN Club de Lectura "La Torre"

El próximo viernes tenemos la última reunión del año 2010!
en la biblioteca de La Torre a las 18:30 para terminar nuestro
"Viaje por Europa"

El desajuste del mundo: cuando nuestras civilizaciones se agotan
Amin Maalouf
Lugar: Btca. Joan Churat i Saurí
C/Castell de Cullera, 16-Bajo. 46017 Valencia.
Tel. 963292086
Autobuses 9 y 27 direc. La Torre
Día: viernes 3 diciembre 2010
Hora: 18:30

En enero volveremos con más lecturas. El programa del 2011 será "Viento del Este" y nos adentraremos por los jardines de la literatura asiática, nos dejaremos deslumbrar con la luz y la sombra orientales, con los cambios de luz de las estaciones del año, viajaremos por la India de mano de sus mujeres, escucharemos las confesiones de una máscara y nos sentiremos extraños...

23/11/10

7ª REUNIÓN Club de Lectura "La Torre"

Gracias a todos los que acudieron a la última reunión del Club de Lectura el viernes 29 de octubre, en la Btca. Joan Churat i Saurí.

Ahora empieza el turno para los comentarios de los que no pudieron venir, y también de los que sí vinieron pero deseen añadir algo más, así como de todos aquellos a los que les guste la lectura compartida.

Este es el resumen de la sesión sobre la Muerte accidental de un anarquista de Dario Fo.

Muerte accidental de un anarquista (1970) de Dario Fo

Día: viernes 29 octubre 2010

Hora: 18:30

Nº asistentes: 2 hombres y 8 mujeres

Lugar: Btca. Joan Churat i Saurí

Primero.- La reunión empezó con una breve introducción a la biografía del autor y su obra, por la Técnico de la Biblioteca.

Segundo.- Seguidamente, se pasó a comentar los aspectos más destacados de la lectura.

1. Localización (dentro de la obra del autor). Obra de teatro basada en un hecho real ocurrido en la Italia de los años 60, el asesinato del ferroviario Pinelli el 15 de diciembre de 1969, que cuando estaba siendo interrogado en la Jefatura de Policía de Milán, cae “accidentalmente” desde un 4º piso y muere.
Se escribe en un contexto europeo muy concreto, entre 1969 y 1974 existe una fuerte represión político-militar de clara impronta fascista en Italia, que intenta desmembrar las luchas sindicalistas y estudiantiles.
En diciembre de 1970 (tan sólo un año después de los hechos), Fo estrena la obra en una antigua fábrica de Milán, cuyas naves se convierten en punto de encuentro y debate, con asambleas, proyecciones y coloquios. Gestiona el espacio “La Comune”, la compañía de teatro alternativo recién creada por Dario Fo y Franca Rame junto con un grupo de técnicos y autores, la mayoría no profesionales.

2. Asunto. La obra cuenta unos hechos acaecidos en una comisaría de Nueva York en 1921, pero “para actualizar la historia [...] la hemos trasladado a nuestros días, y ambientado [... ] en una ciudad italiana cualquiera...por ejemplo en Milán”.
Un anarquista fallece tras caer por una ventana cuando estaba siendo interrogado por la policía. La aparición de un loco en la Comisaría, que irá adoptando distintas personalidades, será decisiva para la investigación de los hechos auténticos que dieron lugar a la muerte del detenido.

3. Tema. Reflexión sobre la corrupción y los abusos de poder. También sobre la búsqueda de la verdad y la manipulación de los hechos.

4. Estructura. Obra de teatro en dos actos, con un prólogo del autor que introduce la acción.

5. Personajes.

  • Loco, apasionado de los disfraces, que se hace pasar por juez, policía y obispo. Personaje múltiple, que representa al pueblo frente al poder policial, que representa el Estado.
  • Policía, representada por 4 personajes: Comisario de la Brigada Política, Comisario Jefe, Comisario Bertozzo y Agente.
  • Periodista, representa los medios de comunicación. Personaje débil, que busca la verdad pero también la noticia, se deja manipular.

Siguiendo la tradición de los bufones de la corte de Shakespeare, Fo crea el personaje protagonista que, a través de múltiples disfraces y escudándose en su aparente falta de juicio, consigue decir y a la vez descubrir la verdad, utilizando también el miedo de aquellos que se saben culpables.


6. Forma. Comedia satírica, tragicomedia o farsa. Utiliza el sarcasmo y la ironía.
Las situaciones surrealistas recuerdan el teatro del absurdo, y los diálogos son al más puro estilo de la Commedia dell’Arte, y también recuerdan los discursos socráticos de Platón, cuando el Loco utiliza la pregunta como arma de doble filo, situándose aparentemente en el lado de la policía para conseguir su confianza y a través de ella la confesión.


7. Conclusiones.
Crítica mordaz contra la hipocresía y la mentira organizada desde los distintos estamentos que detentan el poder.
Es un ejemplo clásico de teatro explícitamente político. Es un texto de denuncia que no olvida la esencia primera del teatro, la diversión, el juego de las situaciones dramáticas y cómicas, imprescindible para que funcione el discurso político y no se convierta en un panfleto aburrido.
Sirve para reflexionar sobre el movimiento anarquista y la situación política actual, mientras siga existiendo la tortura.
La obra es un manifiesto y un grito contra la injusticia, la mentira y la falsedad, como por ejemplo la manipulación en los medios de comunicación (p. 131 y ss.)

“Periodista – En pocas palabras, viene a decir que el escándalo, cuando no lo hay , conviene inventarlo, ya que es un medio extraordinario para mantener el poder, aliviando la conciencia de los oprimidos.
Loco – Claro, la catarsis liberadora de tensiones, y ustedes los periodistas independientes son sus máximos sacerdotes.
(...)
Loco – No, el escándalo es un antídoto contra el peor de los venenos, la concienciación de la gente”

8. Opinión Personal.

Evidentemente, en el transcurso de los 40 años desde el estreno de la obra, la sociedad y las circunstancias han cambiado y evolucionado. Sin embargo las ideas básicas que Dario Fo defiende continúan siendo de actualidad.
La obra divierte, entretiene, sorprende y hace pensar. El secreto de su éxito tal vez está en el mensaje o en el dominio del lenguaje y de la acción dramática y los recursos teatrales.
El final de la obra es un juego con el espectador-lector. Se vuelven a reproducir los hechos, el loco cae por la ventana mientras los policías y la periodista estan esposados. Uno de los policías le da la mano a la periodista para despedirse, y finge que se ha soltado por casualidad. Entonces, aparece el Juez auténtico y todos creen que es el Loco, pero ahora es la vida y no el teatro, que se impone.
Las injusticias se comenten de verdad y hay quien las juzga, por eso cuando llega el juez auténtico a reabrir el caso los policías están esposados a un perchero, lo que sería un curioso símbolo. Empieza el interrogatorio y termina la obra con una doble posible interpretación : ¿serán condenados los policías o de nuevo será archivado el caso a pesar de haber culpables?.

Los miembros del Club comentaron también la fragilidad del sistema, que cae facilmente con la entrada de un loco en escena, que se atreve a enfrentar la realidad desde otra perspectiva, desde una perspectiva poliédrica, pues lo mismo habla como loco que como obispo, como jefe superior de policía que como juez... También se incició una dialéctica entre los conceptos de evolución e involución, y si la causa del conformismo actual de las masas populares está en que se han conseguido los objetivos que se marcaron a principios del siglo XX.

Alcanzado el sistema del bienestar, por qué sigue valiendo la pena luchar?. El miedo a perder lo conseguido, justifica la pasividad obrera o estudiantil?

Estas preguntas nos llevan a iniciar la nueva lectura con pasión, pues se trata de un ensayo que plantea la situación actual y propone soluciones que comentaremos.

Tercero.- Para terminar la reunión se repartió la siguiente lectura, “El desajuste del mundo” de Amin Maalouf, al mismo tiempo que la Técnico de la Biblioteca hizo una pequeña introducción a la figura del autor y su obra.

Cuarto.- Se cerró la sesión emplazando a los miembros del Club de Lectura “La Torre” a la siguiente reunión.

Valencia, 29 de octubre de 2010.

17/11/10

Antonio Gargallo presenta su última novela en la Biblioteca de La Torre




El escritor Antonio Gargallo presenta en exclusiva para los lectores de La Torre su última novela

Moviola de tres vidas truncadas
viernes 19 de noviembre 2010 a las 18:30
Btca. Joan Churat i Saurí
C/ Castell de Cullera, 16-Bajo.
46017 Valencia
Tel. 963 29 20 86
Buses 9 y 27 direc. La Torre

Para saber más http://antoniogargallo.blogspot.com/

22/10/10

Convocatoria 7ª REUNIÓN 2010 Club de Lectura "La Torre"

El próximo viernes 29 de octubre os espero a todos para comentar la última lectura del Club, en la biblioteca, a las 18:30

Muerte accidental de un anarquista de Dario Fo

Btca. Joan Churat i Saurí (La Torre)
Calle Castell de Cullera, 16-Bajo.
46017 Valencia
Teléfono 963292086
Buses 9 y 27 (direc. La Torre)

El anarquismo es una corriente de pensamiento iniciada a principios del siglo XIX que se transformó en movimiento político a partir de la I Internacional (1864-1876).
Los anarquistas o libertarios propugnaron la eliminación de cualquier autoridad y lucharon contra todas las formas de Estado. Tuvieron especial arraigo en España, donce contribuyeron a la formación de sindicatos que se estructurarían en la CNT.

  • Libertarios y Sindicalistas. Javier Paniagua. Ed. Anaya, 1992.

La Europa del siglo XX

La verdadera edad contemporánea de Europa empieza cuando el equilibrio entre las grandes potencias surgidas de la revolución industrial y de la expansión del liberalismo, nacionalismo e imperialismo se rompe por un gran conflicto de intereses entre éstas que desemboca en la Gran Guerra (1914-1948), conflicto que acabó con el mundo capitalista-liberal clásico.
Esta ruptura y la guerra trajeron consigo el desarrollo de nuevos movimientos sociopolíticos (socialismo y fascismo) y una crisis general de la democracia parlamentaria.
Los enfrentamientos en los años treinta del siglo XX condujeron a un nuevo conflicto, la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Desde 1945, en que se pretendió construir un nuevo orden internacional después de la Segunda Guerra Mundial, hasta la última década de final de siglo, los cambios sociales, políticos y científicos han sido intensos. Un mundo con dos grandes bloques (EE.UU y la URSS) y sus respectivas zonas geográficas de influencia han configurado una división ideológica y territorial durante cuarenta y cinco años, al tiempo que el proceso de descolonización se aceleraba en Asia y África. Y sin embargo, lo que parecía permanente se derrumbó, en 1989, con la desmembración de la Unión Soviética y las Repúblicas del este de Europa.
  • La Europa de la grandes guerras (1914-1945). Julio Aróstegui. Ed. Anaya, 2001.
  • El mundo desde 1945. Javier Paniagua. Ed. Anaya, 2001.

4/10/10

6ª REUNIÓN Club de Lectura "La Torre"

Gracias a todos los que acudieron a la reunión el viernes, para comentar la última lectura del Club, Ubú rey de Alfred Jarry.

Ahora, presento el resumen de la sesión, para que podáis completarla con vuestros comentarios, especialmente por aquellos miembros que no pudieron asistir, o por cualquier otro lector interesado en participar. Este es un Blog abierto a todos aquellos que les gusta la lectura compartida.
rocío,

Ubú rey (1896) de Alfred Jarry
Día: viernes 1 de Octubre de 2010
Hora: 18:30
Número de asistentes: 2hombres y 7 mujeres.
Lugar: Btca. Joan Churat i Saurí
Lectura: Ubú rey. Alfred Jarry.

Primero.- La reunión empezó con una breve introducción a la biografía del autor y su obra, por la Técnico de la Biblioteca.
Segundo.- Seguidamente, se pasó a comentar los aspectos más destacados de la lectura.
1. Localización (dentro de la obra del autor).
Ubú rey es una obra de juventud. Fue escrita cuando el autor tenía 15 años, junto a otros compañeros de escuela, inspirándose en su profesor de Física. Se estrenó en París en diciembre de 1896, y fue acogida de forma desigual por el público (abucheos y aplausos).
Con Alfred Jarry entramos en la etapa de las vanguardias artísticas en Europa, que se desarrollaron antes y depués de la Primera Guerra Mundial.
A partir de este estreno, el teatro experimenta cambios definitivos, rompiendo así con una fuerte tradición al renovar tanto la escritura dramática como los conceptos de puesta en escena, desde la iluminación, vestuarios, utilización de máscaras, gestualidad actoral, etc. Convirtiéndose, Alfred Jarry, con esto, en uno de los precursores más importantes del surrealismo, del dadaísmo y del teatro del absurdo (Beckett, Ionesco).
2. Asunto.
El capitán de ejército polaco, ex Rey de Aragón, Ubú, instigado por su mujer, decide derrocar al Rey de Polonia Wenceslao, instalando una terrible tiranía.
Bugrelao, hijo del antiguo Rey, escapa de la masiva matanza de su familia, acudiendo al apoyo del Rey de Rusia, quien le concede el control de un ejército para poder recuperar su corona. Mientras, Ubú Rey sube los impuestos a cifras inconcebibles, castigando a pequeños y grandes comerciantes, haciendo constante uso corrupto de su poder.
Una vez que el príncipe Bugrelao llega con su ejército, Ubú deja a Polonia en las manos de su mujer y parte a la guerra, donde es derrotado. Perseguido luego del desastre, se encuentra por azar con su esposa y juntos escapan de Polonia en barco, gracias a la ayuda de alguno de sus fieles.
3. Tema.
Los abusos del poder, el autoritarismo, la codicia y la estulticia al poder.
Reflexión sobre el significado de la libertad.
El nacionalismo, como identidad de un pueblo, que lo lleva a enfrentarse a otros, para defender su libertad/independencia.
4. Estructura.
Drama en 5 actos, en prosa.
5. Personajes.
Ubú, rey grotesco, símbolo de la codicia, la ignorancia y la arbitrariedad. Absurdo, aberrante y ridículo, cruel y cobarde. Se identifica con la espiral en su panza (egocentrismo), y actúa al grito de “cuernoenpanza” (dominado por sus apetitos carnales/materiales).
Madre Ubú, la cabeza pensante (la mujer en la sombra), manipuladora.
Capitán Bordura
Rey Wenceslao / Reina Rosamunda, representan a las dinastías europeas y los reyes absolutos, que no se planteaban siquiera si tenían derecho al poder, porque estaba en su sangre.
Ladislao, Boleslao y Bugrelao
Los soldados, los magistrados, los nobles, los campesinos
6. Forma.
Lenguaje directo y crudo, deformado a veces, buscando la provocación, la perplejidad y la indignación del público. Es un lenguaje destructor. Es el uso de la lengua como elemento de dominación.
La primera, más importante y reiterativa palabra de Ubú rey es merdre, una invención del autor.
Comedia satírica, contra los convencionalismos.
Llamó especialmente la atención la forma del lenguaje. A propósito de esto se habló del trabajo del traductor, de la importancia en esta obra concreta de las notas al pie de página.
También se comentó el detalle con el que el autor describe a sus personajes, así como todos los demás aspectos de la escena, relativos a su representación.
7. Conclusiones
Comedia satírica, cuenta los excesos de un monarca tan tirano con nobles y plebeyos como cobarde en la guerra.
Una encendida sátira contra los convencionalismos. "Seréis libres de ver en el señor Ubu las múltiples alusiones que queráis, o un simple fantoche, la deformación por un alumno de uno de sus profesores, quien representa para él todo lo grotesco que hay en el mundo", invita el autor en las palabras preliminares al estreno, la noche del 10 de diciembre de 1896.
Más que la máquina del poder, Jarry denuncia el monstruo de la imbecilidad, que ávidamente lo devora todo, y genera grosería, fealdad, suciedad, avaricia, cobardía, maldad...
8. Opinión personal
Algunos miembros del Club comentaron una representación de la obra que tuvo lugar en el Festival Sagunt a Escena del 2005, por la Compañía Bambalina-Jácara, y otros también comentaron una versión de Els Joglars, Ubu president en el Teatro Principal de Valencia en 1996.

La opinión más generalizada fue que se había pasado un rato divertido con la ingeniosa sátira presentada por el autor, que por otra parte nos sirve de introducción al teatro político de los años 70 en Europa.

Tercero.- Para terminar la reunión se repartió la siguiente lectura, “Muerte accidental de un anarquista” de Dario Fo, al mismo tiempo que la Técnico de la Biblioteca hizo una pequeña introducción a la figura del autor y al marco histórico, cultural y social de la obra.
Cuarto.- Se cerró la sesión emplazando a los miembros del Club de Lectura “La Torre” a la siguiente reunión.

Valencia, 1 de octubre de 2010.

La literatura europea en el siglo XIX

Para tratar la lectura de Ubú rey de Alfred Jarry, os envié un repaso de lo que había ocurrido durante el siglo XIX en Europa.
Esto es a modo de "conclusiones" de como se reflejó el devenir histórico en la literatura.


La literatura europea delimita un ámbito cultural homogéneo, Europa, y un lapso cronológico amplio, siglos VI a XX, en los que los esquemas de pensamiento, temas, formas e influencias mutuas se originan, desarrollan, modifican y desaparecen.

A principios del siglo XIX se generalizó en Europa un deseo de renovación social, artística y específicamente literaria, que desarrolló una gran cantidad de literaturas “nacionales” (rusa, alemana, francesa, italiana, inglesa, española...), dando lugar al movimiento literario del Romanticismo. Por otra parte, se multiplican las influencias mutuas entre las distintas “naciones” o regiones europeas.

La principal consecuencia del movimiento romántico para la evolución de la literatura europea fue la libertad creativa, que lleva a las Vanguardias de principios del siglo XX, justo antes de la destrucción de Europa en las dos guerras mundiales. Las Vanguardias son un movimiento literario que presenta autores de todas las regiones europeas, que comparten proyectos culturales, más allá de su lengua y tradiciones puntuales de su país de origen.

El estallido de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) marcó el inicio del fin de la situación de privilegio que había tenido Europa en el mundo desde el siglo XVI. A su vez, la gran catástrofe humanitaria que supuso la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), junto al triunfo del fascismo y del comunismo, provocaron el fin de la continuidad cultural europea, y de su expresión literaria. De hecho, a lo largo del siglo XX sólo el existencialismo francés o el realismo soviético tuvieron una mínima amplitud literaria, si bien limitada a los países de la órbita capitalista o comunista, respectivamente. En realidad, a lo largo de la segunda mitad del siglo, la cultura popular anglosajona, principalmente la estadounidense, ha ido ocupando todo el espacio cultural de Occidente, convirtiendo a Europa en una especie de ápendice marginal de su cultura; y, hasta el triunfo del teatro musical en las útlimas décadas del siglo XX en Europa son importaciones literarias cuyo epicentro se halla en Nueva York o California.

23/9/10

Convocatoria 6ª REUNIÓN 2010 Club de Lectura "La Torre"

Hola,
termina el verano, y empieza el otoño con la reanudación de nuestras reuniones. Espero que hayais pasado un buen rato con la lectura de Ubú rey, y tengais ganas de venir a comentar todos los temas que sugiere su lectura, a la biblioteca.
rocío

Viernes, 1 de octubre a las 18:30 "Ubú rey" de Alfred Jarry
Lugar: Btca. Joan Churat i Saurí (La Torre) en C/ Castell de Cullera, 16-Bajo. 46017 Valencia.
Bus: 9 y 27 dirección La Torre.

24/6/10

5ª REUNIÓN 2010 Club de Lectura "La Torre"


Día: viernes 18 de junio de 2010
Hora: 18:30
Número de asistentes: 1 hombre y 6 mujeres.
Lugar: Btca. Joan Churat i Saurí
Lectura: Werther. Johann Wolfgang von Goethe.

Primero.- La reunión empezó con una breve introducción a la biografía del autor y su obra, por la Técnico de la Biblioteca.
Segundo.- Seguidamente, se pasó a comentar los aspectos más destacados de la lectura.

1. Localización.
Es una novela importante del movimiento Sturm und Drang, en la literatura alemana. Es uno de los pocos trabajos de este movimiento que Goethe escribió, e influyó en la literatura del Romanticismo que siguió.
Escrita por Johann Wolfgang von Goethe, cuando apenas contaba 24 años, alcanzó gran popularidad, para asombro del autor y su editor. Inspirada en algunos hechos reales, guarda ciertos paralelismos con la vida de Goethe.
Napoleon Bonaparte consideró esta novela como uno de los trabajos más importantes en Europa, y se dice que llevó siempre consigo una copia del Werther en sus campañas.
La novela dio origen al primer fenómeno de masas, los hombres jóvenes en Europa vestían la ropa que Werther usaba en la novela y provocó muchos suicidios “mímicos” (supuestamente unos 2000 lectores).
2. Asunto.
Las desventuras del joven Werther (Die Leiden des jungen Werthers) es una colección de cartas escritas por un joven artista, de temperamento sensible y apasionado, dirigidas a su amigo Wilhelm.
En estas cartas Werther cuenta su estancia en el pueblo ficticio de Wahlheim (basado en la ciudad de Garbenheim, cerca de Wetzlar), donde vive feliz dedicado a la pintura y a la lectura, y está encantado con las tradiciones sencillas de los campesinos. En este entorno idílico conoce y se enamora de Lotte, una hermosa joven que cuida a sus hermanos después de la muerte de su madre. Desgraciadamente, Lotte ya está comprometida con Albert, con el que termina casándose.
Ante la imposibilidad de hacer realidad su amor por Lotte, Werther termina suicidándose.
3. Tema.
El romance amoroso sirve de pretexto para intercalar todo tipo de relfexiones sobre aspectos trascendentales de la vida humana y de la sociedad de su época, como el amor burgués frente a la pasión amorosa, la religión y la inmortalidad de las almas, la amistad, el paso del tiempo (reflejado en la naturaleza), el tedio vital, la desesperanza, la desesperación y el suicidio, como algo irremediable para restablecer el orden de las cosas, alterada por la fuerza de la pasión y el corazón.
Se habló ampliamente sobre los temas que plantea la lectura, pero se hizo especial hincapié en el tema del suicidio, que además fue visto de dos maneras distintas por los distintos asistentes a la reunión. Unos miembros del club defendían la postura de uno de los personajes (Albert), más moralista, y los otros lo entendían a la manera del personaje central, Werther. Se hizo una relectura del pasaje donde ambos personajes mantienen un debate sobre el suicidio (carta del 12 de agosto, Libro I).
En general, el autor, a través de su alter ego Werther, hace una exaltación de los sentimientos frente a la razón, aunque consigue presentar una unidad entre cuerpo y alma, sentimientos y mente, por lo que si bien Werther es víctima de su pasión amorosa, que lo devora como una enfermedad, sabe plantearse fríamente una solución definitiva, y realizar su suicidio de una manera absolutamente metódica.
4. Estructura.
La novela está dividida en 2 libros o partes:
Libro I: trata de su plácida vida en Wahlheim, donde se dedica a la pintura y a la lectura, donde conoce a Lotte en una baile, de la que se enamora apasionadamente, a pesar de que ella ya está comprometida con Albert. Su amigo Wilhelm, el destinatario de sus cartas, le aconseja abandonar la inactividad y aceptar un puesto de secretario de legación en una ciudad al sur de Alemania.
Libro II: Werther tiene que soportar el malhumor del Embajador y los festejos y cotilleos de la alta sociedad. Pide el cese en su cargo y marcha a su pueblo natal, duda si marchar a la guerra, acepta la invitación de un príncipe “hombre franco y sencillo” rodeado de gente sospechosa, pero se aburre en la Corte y vuelve a vagabundear (“yo solo soy un caminate”), y termina volviendo a Wahlheim, donde su amada ya es una mujer casada. La naturaleza se viste de otoño y él sólo tiene un objetivo, el acercamiento a Lotte, que se consumará con un único beso y la lectura Ossian, preludio de lo irremediable: separación definitiva, desesperanza, desesperación, suicidio.
El suicidio ultimado en todos sus detalles: con las pistolas de Albert, entregadas al criado de Werther por las manos de Lotte; vistiendo el mismo traje que llevaba el día que la conoció (el wertherísimo chaleco con la casaca azul), con el drama de Lessing, Emilia Galotti, abierto sobre la mesa y sobre ésta también una botella de vino a lo que sólo le faltaba un vaso.
La acción transcurre en el periodo de año y medio: desde el 4 de mayo de 1771 (fecha de la primera carta) al 20 de diciembre de 1772.
5. Personajes.
Werther
, un agraciado joven burgués, es el antihéroe, la personificación del rebelde antiburgués, corroído por un morboso sentimentalismo y una indomable pasión. Romántico, aventurero, inconstante, insaciable, trotamundos, sentimental, fatalista, desgarrado...
Romanticismo es esa huida del hogar en busca de felicidad. Romántico (molesto, “naif y kitsch”, para el gusto moderno) es el incontenible fluir de lágrimas y castos suspiros, los continuos lamentos, el marco campestre.
Lotte, prototipo de la amada. “Un ángel”, “como todos suelen definir a su amada”, pero ya comprometida con Albert; belleza y bondad, cuida amorosamente de sus idílicos hermanitos, la infancia inocente, mujer de la sociedad burguesa que sabe convertir un momento de incertidumbre y temor a la naturaleza en un pasatiempo con un juego social, que devuelve la alegría y la despreocupación. Al mismo tiempo se preocupa por la amistad, y se hace planteamientos sobre la muerte, disfruta con la lectura y realiza buenas acciones.
Es la primera vez, desde que comenzamos nuestro recorrido por la historia de la literatura europea, en que aparece un personaje femenino tratado con cierto respeto, y desarrollado además como centro, más bien objeto, de las acciones del protagonista. Aunque no es un ser pasivo, pues toma sus propias decisiones, por supuesto, respetando las buenas costumbres de la sociedad en la que vive.
Albert, novio ausente al principio y marido después. Comparte con su mujer sus amistades, aunque le resulten un poco molestas. Comprensivo y racional, hombre práctico que será un buen padre de familia.
Wilhelm, el destinatario de las cartas de Werther y amigo de sus confidencias, de sus alegrías y zozobras, que le advierte del peligro y le aconseja abandonar la inactividad de ese retiro que empieza a angustiarle y asfixiarle.
6. Forma.
Es una novela epistolar, donde el subjetivismo alcanza su grado máximo.
Goethe sustituye por el monólogo el diálogo entre los amantes. Wilhelm, el destinatario principal, se mantiene siempre en la penumbra. Sólamente dos cartas van dirigidas a Lotte o a ésta y a su marido. Muy rara vez se deja entrever una respuesta a las cartas de su amigo y, disfrazado de editor nos facilita información sobre los últimos acontecimientos en la vida de Werther.
Todos estos, son recursos literarios muy atrevidos para el siglo XVIII, que dotan a la novela de un gran valor documental y de autenticidad.
Alterna los estilos y acelera o frena el ritmo de los acontecimientos, como hace al interpolar los cantos de Ossian o la historia del criado amante. El aparente desorden presta también espontaneidad, naturalidad e incluso hasta un mayor dramatismo a la acción.
7. Conclusiones.
Werther, Goethe y la juventud intelectual del segundo tercio del XVIII propugnan una nueva escala de valores asentada sobre las bases del corazón y de los sentimientos, que nunca nos engañan; una moral natural, liberada de la engañosa razón.
Werther fue un best-seller en la feria del libro de Leipzig de 1774.
Sin embargo, hubo también escépticos y detractores de la novela, entre los contemporáneos de Goethe: los moralistas, autoridades y servidores de la ley.
8. Opiniones personales.
No debemos caer en la interpretación simplista, sin ver el testimonio de un personaje polivalente, inconstante e inseguro, en continuo desplazamiento, que refleja a la perfección el estado de desasosiego y sufrimiento que provoca el amor imposible, el amor juvenil, del que se es más víctima que autor.
En general, la lectura fue del agrado de los miembros del Club, que supieron apasionarse con las reflexiones propuestas por el autor, entendiéndolas en un contexto histórico y sociocultural muy concreto, la Europa del siglo XVIII.

Tercero.- Para terminar la reunión se repartió la siguiente lectura, “Ubú rey” de Alfred Jarry, al mismo tiempo que la Técnico de la Biblioteca hizo una pequeña introducción a la figura del autor y al marco histórico, cultural y social de la obra.
Cuarto.- Se cerró la sesión emplazando a los miembros del Club de Lectura “La Torre” a la siguiente reunión.

Valencia, 18 de junio de 2010.

Con el resumen de la sesión, queda abierto a ser completado con vuestros comentarios. Es el turno de los que no pudieron asistir, o cualquier persona que tenga algo que aportar sobre su lectura de Werther.

rocío

16/6/10

Convocatoria 5ª REUNIÓN 2010 Club de Lectura "La Torre"

Hola,espero que ya esteis ultimando la lectura de Goethe, o mejor aún, que ya esté terminada y lista para comentar.

Werther de Goethe (romanticismo alemán). Europa en el siglo XVIII.
Viernes 18 de junio, a las 18:30 en la Btca. Joan Churat i Saurí (La Torre)
C/Castillo de Cullera, 16-Bajo.
46017 Valencia
Teléfono 963292086
Autobuses: 27 y 9

Orden del día:
1. Introducción a la biografía del autor
2. Localización de la obra (dentro del momento htco. y literario)
3. Asunto (breve descripción del argumento)
4. Tema: la palabra o palabras (pocas), generalmente abstractas, que definen las ideas que transmite la obra, o los planteamientos que nos hace
5. Personajes (y lo que representan: grupo social, género, características o ideales que personifican)
6. Forma
7. Conclusiones y opiniones personales.
8. Reparto de la siguiente lectura, "Ubú rey" de Alfred Jarry con una breve introducción de la bibliotecaria, y emplazamiento a los miembros para la siguiente reunión.

Ya sé que algunos no habeis recogido Werther, pero como teneis algún libro del Club, si quereis podeis aprovechar la convocatoria para pasar a saludar y devolverlos.
Os espero a todos el viernes, a todos!
rocío

10/6/10

La Europa del siglo XVIII

LA LITERATURA ALEMANA EN TIEMPOS DEL “WERTHER”

1770-1780 es la década del “Sturm und Drang”1, verdadero “siglo de oro” de la literatura alemana. Werther supuso la popularización de la novela, género poco conocido por entonces en Alemania.
Alemania se encontraba desmenuzada en principados y estadillos, por lo que el término “nacional” resultaba desconocido. Menschheit, humanidad, tenía un significado más profundo que “nación”; así pues, a la literatura alemana le faltaba estilo propio.
El Werther significa la coronación de los esfuerzos propios por la autonomía poética y estética. Esta literatura sentimental protesta contra unas circunstancias y una moral instituida, lo que la convertía, además de en una revolución literaria, en una literatura nacional. El Werther cruzará mares y fronteras, causará escándalo en Inglaterra, hará época y provocará euforia en Francia e Italia, llegará con gran retraso a España, y Alemania tendrá por primera vez, desde la Edad Media, literatura propia y, también por vez primera, alcanzará la europeización y la internacionalidad.
El subjetivismo alcanza en el Werther su grado máximo; a través de la forma epistolar la novela adquiere un enorme valor documental y de autenticidad. El romance amoroso sirve a menudo solamente de pretexto para intercalar todo tipo de relfexiones sobre aspectos trascendetales de la vida humana y de la sociedad de su época.
El Werther causó sensación, sin que el autor ni su editor se lo propusieran. Goethe atribuye el alboroto de su novela al talante pesimista-sentimental de una generación atormentada por pasiones insatisfechas, sin estímulos externos para acciones importantes 2.
Goethe, Werther y la juventud intelectual del segundo tercio del XVIII propugnan una nueva escala de valores asentada sobre las bases del corazón y de los sentimientos que nunca nos engañan, una moral natural, liberada de la engañosa razón. Una modernidad que estaba alboreando en la Francia prerrevolucionaria.
Este aspecto sociológico de la novela, que no va reñido con el prerromántico, nos presenta a un Werther y a un Goethe auténticos, en la encrucijada de la actualidad de su época, reafirmando de este modo su historicidad.
El Werther reúne todos los ingredientes típicos de una novela romántica a la europea, porque el romanticismo alemán presenta unas características específicas muy peculiares, y ninguna otra novela de un romántico alemán acaba en suicidio.

Proverbial es el retraso con que, por razones de moral, llegó Werther a España. La primera traducción directa del alemán es de 1835 (casi setenta años después!).

Los antecedentes literarios, están en Rousseau el estilo epistolar, y Homero, la descripción de la naturaleza.

Por Manuel José González (Cátedra. Mil Letras)

1 Tempestad e Ímpetu
2 La popularidad se debió, probablemente, al acertar en la plasmación de los sufrimientos, penas y alegrías de Werther con la forma narrativa de moda en la literatura europea de su tiempo: la forma epistolar.

9/6/10

4ª REUNIÓN 2010 Club de Lectura "La Torre"

Día: sábado 22 de mayo de 2010
Hora: 12:00
Número de asistentes: 2 hombres y 8 mujeres.
Lugar: Btca. Joan Churat i Saurí
Lectura: El buscón. Francisco de Quevedo.

Primero.- La reunión empezó con una breve introducción a la biografía del autor y su obra, por la Técnico de la Biblioteca.
Segundo.- Seguidamente, se pasó a comentar los aspectos más destacados de la obra.

1. Localización. La novela pertenece al subgénero de la picaresca, iniciado en 1554 con el Lazarillo de Tormes.
Es obra de juventud, que vendría a situarse en la segunda etapa de evolución del género picaresco (1605-1620 aprox.).
La datación de la obra es controvertida. Se coloca entre 1603 y 1620. Las referencias históricas internas no son demasiado precisas. Por la frecuencia de detalles que remiten a los años de 1603-1604, éstas parecen ser las fechas más probables de la redacción de la novela.
2. Asunto. Don Pablos, hijo de ladrón y hechicera, nos cuenta en primera persona su catastrófica existencia, desde su infancia a su encarcelamiento en Sevilla, cuando intentaba huir hacia las Indias.
Es un relato de la peripecia vital del pícaro don Pablos de Segovia, desde su infancia a la proyectada fuga a Indias.
Una serie de aventuras, casi siempre catastróficas para el personaje, que fracasa constantemente en su búsqueda de estabilidad económica y social.
3. Tema. Es una sátira contra la corrupción social del Barroco, y para muchos representa la novela picaresca española.
La picaresca española, el engaño (la hipocresía que domina la sociedad) como forma de vida (nada es lo parece), el intento de ascendencia social (el problema de la movilidad social y la resistencia de los estratos dominantes).
Otros temas: la prostitución, la homosexualidad, la corrupción de la justicia, las referencias irónicas a textos bíblicos o el temor a los castigos de la Inquisición, el hambre, la pobreza y el poder del dinero.
Hay muchas cosas en la novela, además de una portentosa exhibición verbal.
4. Estructura. La novela se estructura en 3 libros, con varios capítulos.
Libro I (7 cap.): infancia en Segovia y vida universitaria en Alcalá de Henares. Pablos comienza su historia hablando, naturalmente, de sus padres.
A continuación refiere su paso por la escuela, que termina en una batalla “nabal”, afrentado y molido.
Después entra en el pupilaje del dómine Cabra, con quien está a punto de morir de hambre.
Tras esto, se marcha definitivamente de su casa y pone rumbo a Alcalá de Henares, donde sufre las novatadas más repugnantes y asquerosas. Durante su estancia en la villa universitaria empieza su vida auténtica de pícaro, y se vale de mil tretas para comer y para hacerse famoso entre los otros maleantes.
El Libro I termina con la carta que le envía su tío desde Segovia comunicándole la muerte de su padre y diciéndole que vuelva a recoger su herencia.
Libro II (6 cap.): regreso a Segovia, para cobrar su herencia y salida hacia la Corte (Madrid)
Empieza con sus encuentros durante el viaje de regreso con diferentes personajes.
A su llegada a Segovia se hospeda con su tío, y se vuelve a ir en cuanto cobra la herencia, renegando de sus indignos parientes.
Camino de Madrid se encuentra con un hidalgo rico sólo en apellidos, que le enseña los secretos de la vida buscona en la Corte y los medios para vivir sin trabajar.
Libro III (10 cap.): vida en la Corte, donde ejerce los más variados oficios (hidalgo pobre, reo de prisión, galán de ricas doncellas, mendigo), y viaje hacia Toledo (cómico), finalizando en Sevilla para huir a las Indias.
Empieza su vida de Buscón, viviendo con un grupo de hidalgos.
Van a parar a la prisión (retrato terrorífico del mundo carcelario, de la corrupción de la justicia). Pablos se salva gracias a sobornos.
Después intenta casarse con una joven que resulta ser prima de su antiguo amo don Diego Coronel, y una vez más, su intento de medrar en la escala social es castigado con palos y una nueva humillación.
Empieza su vida como mendigo, muy productiva, y después decide marcharse a Toledo, uniéndose a una compañía de cómicos (lo que le sirve a Quevedo para burlarse de algunas de las convenciones literarias de la época).
Finaliza en Sevilla, entrando en el mundo del hampa al matar a dos corchetes de la Justicia, viéndose obligado a huir a América.
Aunque algunos autores han querido ver una estructura muy bien trabada, la apariencia es justamente la contraria. Quevedo no hizo ningún esfuerzo por dotar al texto de gran coherencia, más bien se deja llevar por el deseo de causar un efecto continuo de sorpresa sobre el lector. Incluso llegó a insertar textos que ya tenía escritos anteriormente, como la “Premática contra poetas güeros, chirles y hebenes”, que por otra parte era bastante habitual (lo hizo Cervantes en el Quijote insertando una novelita corta independiente El curioso impertinente).
Así, en ocasiones, Quevedo utiliza a su protagonista como un simple hilo conductor que le permite caricaturizar a diferentes tipos de la España de su tiempo.
Pero, quizá, la mayor incongruencia de todas sea que no se dé razón en ningún momento del motivo que impulsa a Pablos a contar su vergonzosa historia, sobre todo si se tienen en cuenta todos sus esfuerzos por ocultar sus orígenes y su afán reiterado de llegar a “ser caballero”.
5. Personajes.
Pablos El Buscón, que no siente ningún afecto por sus padres ni por su tío el verdugo. Sólo está interesado en cobrar su herencia. Tampoco alberga ningún sentimiento de lealtad o amistad hacia su amo don Diego o hacia la cofradía de buscones en la que es admitido, y cuando va a la cárcel se desentiende completamente de ellos atento a salvar exclusivamente su pellejo (por otro lado, son relaciones establecidas desde el comienzo en el interés, porque el les había dado dinero antes). En cuanto a las relaciones con las mujeres, sólo las quiere para acostarse con ellas o para intentar un matrimonio ventajoso.
El rasgo que lo caracteriza es el ingenio, que se agudiza por el aprendizaje a través (generalmente) de episodios violentos que despiertan la astucia maliciosa del personaje, enfrentado a un ambiente hostil.
Otros personajes: Don Diego Coronel, Dómine Cabra, el hidalgo Toribio Rodríguez Vallejo Gómez de Ampuero y Jordán y sus “colegas”, entre otros.
Quevedo retrata a sus personajes con crueldad. Es difícil encontrar otra narración en que se dé un mayor distanciamiento entre el autor y sus personajes.
Descripciones deformadas y grotescas, muy minuciosas. Se trata de una humanidad animalizada.
A lo largo de todo el texto no encontramos ni un elemento de ternura, de amistad desinteresada, de compasión. Es todo sucio y soez, oscuro y maloliente, cruel y despiadado, de una fría crueldad.
Ofrece un catálogo de personajes muy variado, prototipos de la España del XVIII, que conforman un mundo de locos, inmorales y corrompidos: conversos, moriscos, homosexuales, malos poetas, falsos soldados, falsos ermitaños, rufianes de todo tipo, hidalgos venidos a menos, curas, cómicos, escribanos, prostitutas, estudiantes, alcahuetas...
6. Forma. La novela picaresca española (1), narrada siempre desde una perspectiva autobiográfica, en primera persona, en la que un “yo” de clase social baja relata sus antecedentes familiares, su vida pasada, y su duro proceso de aprendizaje y supervivencia. Este punto de vista permite al narrador un enfoque subjetivo, que justifica la conducta del personaje.
Abundan los chistes irreverentes y referencias constantes a las funciones fisiológicas más bajas.
Obra satírica, tiene un lenguaje complicado, utiliza los refranes y dichos populares, jergas de diferentes clases (desde la germanía de los rufianes hasta tecnicismos de esgrima), etc.; todo ello hace difícil la lectura sin la atención constante a las notas al pie de página. Además, la novela está llena de equívocos, que permiten al autor innumerables chistes.
También recurre frecuentemente al uso de la hipérbole o exageración, sobre todo en las descripciones con propósito caricaturizador; además, usa metáforas cosificadoras (Domine Cabra era un clérigo cerbatana, con las manos como un manojo de sarmientos cada una. Mirado de medio abajo parecía tenedor o compás...) y animalizadoras (dice de Domine Cabra, el gaznate largo como de avestruz).
En general, usa juegos lingüísticos no demasiado fáciles, para conseguir efectos inesperados.
Hace descripciones carnavalescas, como el banquete grotesco en casa del tío verdugo.

(1) cuyos representantes máximos son el Lazarillo y Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán
7. Conclusiones.
- Pablos huye de su familia por vergüenza
- Pablos podría haber sacado partido de su formación en Alcalá y de la herencia que cobró de sus padres. Su obstinación en vivir sin trabajar hace que a lo largo de la novela se repitan, con variaciones, los momentos de aprendizaje y de mala suerte sin que nunca se avance. Es como si Quevedo hubiera decidido de antemano que su personaje estaba destinado a ser un truhán desde la cuna, por el determinismo implacable que ya se traza en sus antecedentes familiares, y termina con esta sentencia “pues nunca mejora su estado quien muda solamente de lugar, y no de vida y costumbres”.
- Para algunos críticos es una obra de juventud, que no presenta ningún propósito moral, sino un alarde de capacidad estilística, sin ninguna otra pretensión didáctica; para otros, sin embargo, sería una obra de madurez, por la experiencia de la vida que en ella se plasma, y encuentran en ella una finalidad de servir de ejemplo para los lectores, mostrando comportamientos que han de ser evitados para lograr cierto ideal de conducta (lo que encuentra su apoyo en la sentencia adoctrinadora con la que concluye la historia, tan al gusto del teatro de la misma época).
Fuera o no concebida con un propósito moral, lo que parece claro es el prejuicio clasista de Quevedo, que ridiculiza continuamente a su personaje cuando intenta ascender socialmente. Cuando se mueve en la esfera que le corresponde, la de los pícaros y rufianes, todo le va bien, aunque robe, blasfeme, engañe o incluso mate. El problema surge cuando quiere entrar en un mundo que no es el suyo, entonces Quevedo disfruta humillándole (es despiadado con sus personajes).
- El dinero es la llave que abre todas las puertas. Esto es una crítica del autor hacia aquellos que trepaban socialmente sin ser de origen noble, porque podían comprar ejecutorias de limpieza de sangre (moriscos y judíos, generalmente).
- Es el portavoz de una España que, como don Quijote, cada vez confundía más lo aparente y lo real, lo trágico y lo cómico.
- Visión del mundo marcada por el desengaño.
- Antisemitismo, que refleja un problema sociopolítico concreto: el ennoblecimiento de los cristianos nuevos.
8. Opiniones personales. La lectura sirvió, una vez más, para adentrarnos en la forma de pensar de otra época histórica, en este caso el Barroco, y toda la crisis de valores que vivía la sociedad.
Aunque a algunos no les pareció una lectura amena, les interesó todo lo que se podía llegar a entender de un momento histórico, a través de ella.
El lenguaje clásico español, con la riqueza de jergas y refranes de la época, por si sólo, merecía la pena la lectura realizada. Pudimos ver que algunos giros y formas verbales son las que se siguen utilizando actualmente en otros países, como Argentina.
El despreciable protagonista nos pareció la personificación de la falta de valores de la España del XVII, que se movía por las falsas apariencias. Muchas de estas características han pervivido hasta el siglo XX y XXI, y podría verse algún paralelismo con una época tan cercana a nosotros como la del boom urbanístico o falsa bonanza económica del 2000.

Tercero.- Para terminar la reunión se repartió la siguiente lectura, “Werther” de Goethe, al mismo tiempo que la Técnico de la Biblioteca hizo una pequeña introducción a la figura del autor y al marco histórico, cultural y social de la obra.
Cuarto.- Se cerró la sesión emplazando a los miembros del Club de Lectura “La Torre” a la siguiente reunión.

Valencia, 22 de mayo de 2010.

25/5/10

Se abre el Blog para El Buscón

Gracias a todos los que asistieron el sábado a la reunión del Club de Lectura "La Torre"!
Se comentaron aspectos interesantes sobre "El Buscón", impresiones, experiencias...
y se hizo el debate sobre la pretendida o no finalidad moralizante de la sátira.
Ahora empieza el turno de los que no pudieron venir o los que vinieron y se quedaron con ganas de decir algo más.
Se abre el Blog a los comentarios de los miembros del Club, y a cualquiera que desee compartir la lectura de "El buscón".
rocío

18/5/10

Convocatoria 4ª REUNIÓN 2010 Club de Lectura "La Torre"

Es "El Buscón" una sátira con un propósito moralizante?

De esto y mucho más hablaremos en la próxima reunión del Club de Lectura La Torre.

El sábado 22 de mayo a las 12 h. ,
en la Btca. Joan Churat i Saurí
C/Castell de Cullera, 16-Bajo. 46017 Valencia

20/4/10

Quevedo y su tiempo: la Europa del siglo XVII

En términos generales, el siglo XVII constituye una época de crisis y estancamiento entre dos períodos de crecimiento, los siglos XVI y XVIII. Ahora bien, hubo cortos períodos de prosperidad y otros de tremendas crisis. Un siglo es un período muy largo y sería un grave error creer que todo estuvo dominado por crisis y catástrofes. Además, la Europa de esta época no constituía un mundo homogéneo. Resulta evidente la decadencia de España, Italia, los Países Bajos del Sur (actual Bélgica) y Alemania. Respecto a Inglaterra, fue un siglo de progreso efectivo, aunque lento. Es el siglo de máxima prosperidad para las Provincias Unidas de los Países Bajos, y es la época en la que emergen potencias como Suecia y Austria.
La sucesión de calamidades, pestes, guerras y malas cosechas en el siglo XVI propiciará un aumento de la intolerancia religiosa. Así, a finales del XVI se desencadenó una auténtica obsesión por la brujería (se culpa al diablo de todos los males) que, tanto en los países católicos como en los protestantes, desató una terrible represión que ocasionó tantas o más víctimas que las propias guerras de religión. De la misma manera, la crónica del siglo XVII está repleta de hambrunas, pestes y guerras.
En una sociedad basada en la agricultura, una mala cosecha tenía repercusiones en toda la economía. Al descender la producción agrícola, se producía el alza de los precios, y, por tanto, la subida del pan y de otros artículos de primera necesidad. Las principales víctimas eran los campesinos y las clases populares urbanas, que se veían abocados a la mendicidad.
El siglo XVII fue el último gran siglo de las pestes en Europa. Sin llegar a los extremos del siglo XIV (la peste negra), la enfermedad (esta vez casi siempre bubónica y no pulmonar) causó estragos.
Las guerras constituyen otro de los factores claves para explicar el descenso demográfico en Europa, no tanto por las bajas que causaban las batallas sino también por los saqueos y huida forzada de los campesinos de los escenarios bélicos.
Si el siglo XVI terminaba con una sucesión de pactos entre los países que parecía pondría fin a tanto conflicto, a partir de 1618-20 casi toda Europa se entregó a la guerra.

1618-1648 Guerra de los Treinta Años entre Austria (imperio), los príncipes alemanes, Bohemia, Dinamarca, Suecia, España, Francia y las Provincias Unidas.
1624-1630 guerras religiosas entre católicos y protestantes en Francia.
1638-1640 Guerra entre Escocia e Inglaterra.
1640 principio sublevación de Cataluña contra Castilla y de Portugal contra España.
1641-1646 Guerra civil en Inglaterra.
1645-1669 Guerra entre Venecia y los turcos por poseer Creta.
1648-1659 Guerra entre España y Francia.
1652-1654 Primera guerra entre Inglaterra y las Provincias Unidas.
1654 Guerra entre Rusia y Polonia.
1654-1660 Guerra entre Suecia y los países bálticos.
1665-1667 Segunda guerra entre Inglaterra y las Provincias Unidas.
1666-1668 Guerra de “Devolución” entre España y Francia (que conquista parte de Flandes).
1672-1678 Guerra entre Francia y las Provincias Unidas y Tercera guerra angloholandesa.
1680-1699 Guerra entre Austria y Turquía.
1697 Guerra de Suecia contra Dinamarca, Polonia y Rusia.

La multitud de frentes militares es impresionante. Algunas regiones de Europa se vieron arruinadas totalmente por la guerra; especialmente Alemania.
Hambres, pestes y guerras produjeron la ruina económica y un retroceso demográfico en Europa. Este retroceso se vio agravado por el retraso en la edad de los matrimonios, lo que provocó un descenso de las concepciones. Pero, natalidad y mortalidad no presentan los mismos rasgos entre las distintas clases sociales. Los más desfavorecidos, los campesinos y las clases populares urbanas, se hallaban más indefensos ante las catástrofes y, por lo general, tenían menos hijos que las clases acomodadas (aumenta la edad para el matrimonio y disminuye el número de hijos ilegítimos, unido al desarrollo de una mayor disciplina sexual).
Si el XVI fue un siglo de prosperidad económica y de brillantez para Italia, a pesar de las guerras, el siglo XVII fue sin duda alguna una época marcada por la depresión, al menos desde 1630, año en el que la peste provocó efectos devastadores en Milán, Mantua, Bolonia, Venecia, etc. Esta decadencia general afectó tanto a los dominios españoles italianos como a los estados independientes. En el reino de Nápoles y en Sicilia los virreyes españoles se apoyaron en los estamentos privilegiados (nobleza y clero) para afianzar su poder; fortalecieron el régimen señorial y construyeron una sociedad bloqueada. Sin embargo, la política española dio muestras de dinamismo en los tiempos del tercer duque de Osuna, que fue virrey de Sicilia, y luego de Nápoles, entre 1612-1620. Con el fin de atajar las enormes ganancias de los piratas, mandó construir una fuerte armada de galeras, supo incentivar a las tripulaciones y a los soldados con participaciones en los beneficios, y logró indiscutibles éxitos, mejorando, por otra parte, la seguridad de sus reinos. Pero, no recibió mucha ayuda de Madrid, debido a que su política belicista no gozaba del apoyo de los validos de la monarquía española (Lerma y Olivares), empeñados en mantener la paz en Italia, por lo que fue destituido, acusado de querer convertirse en rey de Nápoles.
Al margen de esto, Sicilia perdió el papel de proveedora de trigo para los países del mediterráneo (que había desempeñado en los siglos XV y XVI), disminuyó la producción de seda y caña de azúcar de Calabria, y se hundieron las industrias napolitanas. La depresión económica tuvo, además, un factor agravante: el producto de impuestos y tasas se transfería en su mayor parte a Madrid, y no se invertía en obras de interés local. Más o menos conscientes del sacrificio de sus intereses a la corona española, napolitanos y sicilianos aprovecharon cualquier oportunidad para alzarse en alborotos y revoluciones.
En cambio, en el N. de Italia el gobierno español no tuvo gran responsabilidad en el declive. Muchos de los grandes mercaderes e industriales del siglo XV se integraron en la clase feudal dominante en el siglo XVII. En Venecia sólo se mantuvieron ciertas industrias de lujo, como la del vidrio y las sederías, y el otrora estado más rico de Europa terminó el siglo con deudas impresionantes. No obstante, siguió siendo la ciudad del arte, de las diversiones y del juego, una eterna “ciudad-museo”, cuyo carnaval hizo de ella la gran “sala de fiestas” de la Europa de la época.
Génova, Milán, Venecia, Toscana, perdieron su poder e influencia después de la quiebra de sus banqueros y la pérdida de dinamismo de su industria y comercio.
Francia ofrece un proceso singular dentro del panorama europeo. Los treinta primeros años del siglo, a pesar de las crisis cíclicas, no presentan un balance negativo, el país logró salir de las guerras de religión e iniciar una recuperación. Pero, a partir de 1630, la guerra exterior, la presión fiscal sobre los campesinos y la crisis europea general abrieron un período de recesión económica. Solo se salvaron de la crisis las industrias de lujo que producían para la corte, la aristocracia y los hombres de negocios.
En el siglo XVII Francia presenta dos caras contrapuestas. Por un lado, padece todas las calamidades de la centuria: pestes, guerras, estancamiento demográfico y económico, revueltas populares. Por otro, vive su Grand Siècle, convirtiéndose durante el reinado de Luis XIV en la potencia más poderosa del continente.
A pesar de la crisis, la población francesa era la más numerosa del continente; por otra parte, en el siglo XVII era el estado mejor administrado de Europa (mientras que en el XVI lo eran los Países Bajos y Castilla). Así pues, la administración monárquica estaba en condiciones de recaudar importantes impuestos que permitieron al rey de Francia gozar de recursos financieros muy superiores para mantener una activa diplomacia, varias redes de espías e incluso subvencionar a otros países para que hicieran la guerra (Dinamarca y Suecia contra el Imperio en la Guerra de los Treinta Años, por ejemplo).
El aumento de las cargas fiscales, la creación de nuevos impuestos y el encarecimiento de los productos de primera necesidad fueron constantes en la Francia del Rey Sol. Este fue el tributo que la población tuvo que pagar por los triunfos militares de su soberano, y la causa del estallido de revueltas y agitaciones entre las clases populares rurales y urbanas.
Otra causa de malestar social fue la persecución a los protestantes, que terminó en una feroz represión institucional y su emigración hacia Suiza, Prusia, las Provincias Unidas e Inglaterra.
La Guerra de los Treinta Años asoló Europa entre 1618 y 1648. Tuvo un triple carácter: religioso, al enfrentar a protestantes y católicos; político, al oponer a numerosos príncipes alemanes y al Emperador; internacional, al desbordar el marco de los estados alemanes, implicando a muchos países europeos. En su primer período (español) se produjeron victorias de los Austrias católicos. Después, los períodos danés y sueco, con intervención final de Francia, supusieron el fin de la hegemonía española.
Los Tratados de Westfalia (1648) significaron un duro golpe para el Imperio austriaco y para la corona española. España reconoció la independencia de las Provincias Unidas. El emperador perdió el poder político en gran parte del Imperio y los príncipes alemanes obtuvieron una casi total independencia. La Paz de los Pirineos (1659), entre Francia y España, consolidó la hegemonía francesa en Europa. Asimismo, se acordó el matrimonio de Luis XIV con la hija de Felipe IV, María Teresa, que renunciaba a sus derechos sobre la corona española.
Inglaterra era una nación en fase de lento desarrollo económico y demográfico. Hay una extensión de las tierras de labor durante el XVII, a costa de los campesinos, que se vieron privados de las tierras y pastos comunales en beneficio de una oligarquía terrateniente, dueña de los enclosures o cercados, iniciado en tiempos de la dinastía Tudor. Los propietarios de las tierras cercaban sus campos y rompían con ello el sistema comunitario de la vieja Inglaterra; una vez terminada la cosecha, tampoco permitían el uso de sus pastos al ganado de los campesinos sin tierra, que, se veían obligados a emigrar a las ciudades, especialmente a Londres. Así, los propietarios ingleses pudieron aumentar la producción de cereales y ganado para abastecer la industria de paños y el creciente consumo de carne (por el crecimiento demográfico).
La industria inglesa se diversificó en el siglo XVII, a la pañería se unió la metalurgia (hierro, madera, carbón)
Durante la primera mitad del siglo XVII, Inglaterra desempeñó un papel internacional muy discreto y fracasó en las pocas empresas bélicas en las que participó. Sin embargo, fue durante esta época cuando los ingleses consiguieron crear colonias definitivas en Norteamérica: Virginia y Massachussets, New Hampshire (1624), Maryland (1632), Connecticut y Rhode Island (1636). Esto impulsó su progreso en el gran comercio marítimo, en el que fueron desplazando paulatinamente a los holandeses.
El imperialismo británico ya tenía sabor económico. A finales del siglo XVII y principios del XVIII, Inglaterra consiguió enclaves estratégicos en el Mediterráneo (Gibraltar, Menorca) y en el Atlántico.
En cuanto a Austria, durante más de un siglo la rama preponderante de la dinastía de los Habsburgo había sido la española, pero a partir de mediados del siglo XVII se impuso la rama austriaca y a ella correspondería el título imperial. Sin embargo, los Tratados de Westfalia, que pusieron fin a la Guerra de los Treinta Años, significaron un fracaso para el emperador, quien resultó expulsado prácticamente de Alemania, ya que no podía imponer su voluntad y su política a los príncipes alemanes. Así, a partir de 1637 (con Fernando III y Leopoldo I), la política austriaca se orientó preferentemente hacia el Danubio y la Europa Central.
En la segunda mitad del siglo XVII Austria mantuvo conflictos bélicos sobre todo con los turcos (para reconquistar Hungría), aunque también se enfrentó a Francia. Los Habsburgo intentaron germanizar los países que pasaron a formar parte de su monarquía (Bohemia, Moravia, Hungría), y crear una administración moderna y un sistema eficaz de recaudación de impuestos.
En la primera mitad del siglo XVII las Provincias Unidas viven la etapa más brillante de su historia. Convertidas en una potencia económica de primer orden, gracias al comercio marítimo y la banca, su auge se refleja también en el esplendor de su producción intelectual y artística. Desarrollaron la agricultura, gracias a los polders (sistemas de diques que permiten desecar grandes extensiones de terreno); también la actividad industrial alcanzó un nivel notable (la pañería de Leiden, lozas artísticas de Delft, talla de diamantes, etc.). La prosperidad económica coincidió con una expansión demográfica (hacia 1670, Holanda era la primera población de Europa cuya población urbana superaba a la rural).
Las reacciones ante la crisis: La sociedad y los pobres
Las crisis periódicas agravaron el empeoramiento de las condiciones de vida y los pobres llegaron a constituir una parte importante de la población, tanto en las zonas rurales como en los centros urbanos.
Frente a esta situación, la sociedad y los poderes públicos vacilaban entre dos actitudes: la asistencia y la represión, aunque en la mayoría de los casos se combinaban ambas. El catolicismo trentino (es decir, el basado en las doctrinas del Concilio de Trento), insistía en el papel de las buenas obras para la salvación eterna, y la caridad con los pobres era una. De este modo, en Portugal, España, Italia, Francia y Austria, predominaba la caridad reglamentada a favor de los pobres.
En los países del norte de Europa triunfó un criterio algo distinto; la sociedad quería ayudar a los pobres y salvarlos, pero existía cierta desconfianza hacia ellos, generada sobre todo por el calvinismo (que consideraba, sintetizando mucho, que la pobreza podía ser consecuencia de los vicios y la pereza). Por ello se impuso la idea de encerrar a los pobres para vigilarlos mejor, alejarlos de los vicios y obligarlos al trabajo, camino de salvación para los calvinistas.
La evasión artística: el Barroco
Según varios autores, el desarrollo del arte barroco, contemporáneo de la decadencia y de las graves crisis de finales del siglo XVI y del siglo XVII, fue en realidad una forma de contestación por la vía de la evasión; una huida, un rechazo de la realidad. El triunfo de la decoración más ostentosa sería una diversión, una ocultación de una realidad sombría, un deseo de engañar, de distraer, como si fuera preciso escapar de la dura realidad cotidiana para sobrevivir. Lo que da cierta viabilidad a esta tesis es que el Barroco se desarrolló en los países más castigados por la crisis, más comprometidos en el proceso de decadencia (Italia, España, Alemania, Europa Central), mientras que no cuajó en las Provincias Unidas, el país más próspero, y suscitó una fuerte oposición en la Francia de Luis XIV, que prefirió el retorno al orden clasicista, neoclásico (aunque su literatura, en la primera mitad del siglo XVII fuese de cuño barroco).
Pero, por otra parte, el Barroco no se puede entender sin considerar su conexión con la religión, especialmente con la Contrarreforma católica.
La reflexión sobre el mundo y la historia
La sucesión de las crisis y la conciencia de la decadencia en tantas naciones dieron mucho que pensar.
Quizá los pensadores políticos más importantes de la época hayan sido ingleses: Hobbes, John Locke.
Otros, prescindiendo de la actualidad, se preocuparon por el conocimiento del universo y de sus leyes: el pisano Galileo; el francés, René Descartes, refugiado en Holanda en 1629 para poder pensar con libertad y luego en Suecia (1649), impuso, en su obra El discurso del método, la duda metódica como criterio del pensamiento filosófico y científico; Isaac Newton (1642-1727).
El enorme alcance de los descubrimientos científicos ha llevado a varios historiadores a afirmar que el siglo XVII, a pesar de la sucesión de desastres y catástrofes que lo jalonan y de la melancolía en que sumió a generaciones enteras, especialmente las de mediados de siglo, fue una etapa capital para la Humanidad, ya que supuso una revolución intelectual que permitió pensar y describir la Naturaleza según un lenguaje matemático. Para algunos, este siglo, frente a lo que se suele opinar, bien pudo ser más innovador que el brillante siglo XVIII.

La mujer
El concepto de la mujer y, en consecuencia, su papel social, sufrió una importante modificación en estos siglos.
En los últimos tramos de la Edad Media se cerró una etapa caracterizada por la misoginia y con la llegada del siglo XVI se establecieron nuevas pautas, cuya raíz hay que buscar en el humanismo cristiano propugnado por Erasmo de Rotterdam, que dieron forma a un nuevo concepto de lo femenino. La mujer en este nuevo panorama tuvo tres funciones básicas: ordenar el trabajo doméstico, perpetuar la especie humana y satisfacer las necesidades activas del varón. Estas funciones se realizaban en el matrimonio. El matrimonio se consideraba un fin y la mujer un objeto que el hombre sometía a su voluntad. Para llegar al matrimonio la mujer había de aportar una dote, cuyo valor variaba en función de la condición social de la desposada. Por este sistema la mujer pasaba de estar sometida a la autoridad del padre a acatar la del marido. Este planteamiento era el de los moralistas, que buscaban un ideal, pero tenemos abundantes testimonios de que en la vida real se producían muchos casos que se desviaban de esta pauta.
Las directrices del Concilio de Trento hicieron hincapié en la condena de las relaciones prematrimoniales y en la nulidad de los matrimonios clandestinos, lo que es claro indicio de su existencia. Además, numerosas referencias señalan que las normas de recato, obediencia, sacrificio, modestia, maternidad estaban muy lejos de la realidad de las españolas en el siglo XVII. Por todas partes se ponderaba la libertad de que gozaban las mujeres, o que era fuente de pendencias continuas.
El trabajo
El honor y la honra, junto a la religiosidad, constituyeron los pilares básicos de la mentalidad de los españoles del siglo XVII, y para gozar de honor y honra había que huir del trabajo o cuando menos de ciertos trabajos. Los oficios mecánicos, es decir, aquellos que requerían de una actividad manual, eran rechazados, hasta el punto de considerárselos viles (por el contrario, la agricultura nunca manchó la honra de los que la practicaron).
Trabajar no constituía para los españoles un fin –como ya empezaba a serlo para otros pueblos del occidente europeo-, sino un medio. Si para la Europa protestante el trabajo (y el obtener beneficios de él) santificaba, para los españoles era prácticamente una maldición bíblica.
El modo de vida noble era la aspiración de todos y ello suponía holganza, aunque la misma significase miseria. La expresión pobre pero honrado constituyó todo un lema de aquella sociedad y la honra no sólo venia dada por tener “sangre limpia”, sino por que no se ejerciesen oficios viles, ni entre los antepasados tampoco se encontrase alguno que los hubiese practicado.

España: Cronología

1517 Comienza el reinado de Carlos I
1519 Carlos I emperador de Alemania como Carlos V
Establecimiento del Correo español
1545 Concilio de Trento
1554 Carlos I cede Nápoles y Milán a su hijo Felipe II, por su boda con María Tudor
Sale a la luz la primera novela picaresca española, La vida del Lazarillo de Tormes
1556 Carlos I abdica en Bruselas. Comienza el reinado de Felipe II
1558 Primera bancarrota española
1563 Segunda bancarrota española
1574 Tercera bancarrota española
1580 Felipe II es proclamado rey de Portugal
1596 Cuarta bancarrota española
1598 Muere Felipe II, le sucede su hijo Felipe III. Valimiento del Duque de Lerma
1609 Expulsión de los moriscos
1621 Muere Felipe III, comienza el reinado de Felipe IV, con su valido el conde-duque de Olivares
1635 Francia declara la guerra a España, interviniendo directamente en la Guerra de los Treinta Años.
1640 Sublevación de Portugal y Cataluña
1641 Fallida conspiración separatista en Andalucía, instigada por el duque de Medina-Sidonia
1648 Paz de Westfalia, que pone fin a la Guerra de los Treinta Años, pero continúa la guerra contra Francia. España reconoce la independencia de los Países Bajos
1659 Paz de los Pirineos. España reconoce la supremacía francesa
Aparece la Gaceta de Madrid, que con el tiempo se convertirá en el BOE
1665 Muere Felipe IV y comienza el reinado de Carlos II

Bibliografía
Así vivían en el Siglo de Oro
. José Calvo. Ed. Anaya, 2001.
La Europa del siglo XVII. Bartolomé Bennassar. Ed. Anaya, 2001.

3ª REUNIÓN 2010 CLUB DE LECTURA "LA TORRE"

3ª REUNIÓN 2010 CLUB DE LECTURA “LA TORRE”

Día: martes 13 de abril de 2010
Hora: 18:30
Número de asistentes: 2 hombres y 8 mujeres.
Lugar: Btca. Joan Churat i Saurí
Lectura: Elogio de la locura. Erasmo de Rotterdam.

Primero.- La reunión empezó con una breve introducción a la biografía del autor y su obra, por la Técnico de la Biblioteca.
Segundo.- Seguidamente, se pasó a comentar los aspectos más destacados de la obra.

1. Localización. Ensayo escrito en 1509, a los 42 años, cuando iba de Roma a Inglaterra atravesando los Alpes por Suiza. Al llegar a Londres, en unas semanas, redactó el Elogio en casa de Thomas More.
La primera edición, en latín, es de 1511. De 1520 son la primera traducción francesa y la checa.
2. Asunto. La insensatez o locura se presenta, como una diosa, para hacer su defensa y reclamar sus méritos, con gran desfachatez y gracia. Quiere convencer al auditorio de que ella es el origen de todas las bondades, diversiones y deleites que el ser humano disfruta.
La insensatez no comparece sola. Viene acompañada de su séquito familiar: la ebriedad, la ignorancia, el amor propio, la adulación, el olvido, la pereza, la voluptuosidad, la demencia, la molicie y la sublime modorra.
Con los fieles auxilios de esta familia, todas las cosas permanecen bajo mi potestad y ejerzo autoridad incluso sobre las autoridades.
3. Tema. Es una crítica de la sociedad de su época, en la que todas las clases sociales son despiadadamente analizadas por la Locura, que es la que narra el relato. Su burla mordaz no deja títere con cabeza: ni reyes ni papas, ni campesinos ni nobles, ni mujeres ni monjes se sustraen al dominio de la Locura, la stultitia, la estupidez. Ésta estulticia generalizada en el género humano, alcanza también a algunos animales domésticos, los que mejor lo representan, a través de la iconografía católica (el cordero, la paloma, etc.), y elogia la locura a la que lleva la insensatez, como la única forma de ser feliz en un mundo estulto.
Se comentó especialmente como trata el tema de la mujer, la sabiduría y la religión. Se intentó comprender estos conceptos dentro del contexto histórico social.
Erasmo propone la interiorización de la religión y da recursos para la reflexión y el pensamiento.
Respecto a la sabiduría, hace un tratamiento de las distintas etapas de la necedad humana, a lo largo de las distintas edades.
4. Estructura. Comienza con una loa satírica. Después empieza una serie de discursos solemnes en los que la locura hace un elogio de la ceguera y la demencia, y en los que se realiza un examen satírico de las supersticiones y de las prácticas piadosas y corruptas de la Iglesia Católica, así como de la locura de los pedantes (entre los que se incluye el propio Erasmo). Poco a poco la locura toma la voz de Erasmo, que lanza una dura reprobación. Termina con una sincera y sencilla exposición de los verdaderos ideales cristianos.
5. Forma. Discurso (discursillo) irónico o satírico, con un estilo directo. Es, como explica el autor en el Prefacio, un juego de ingenio para entretenerse en un largo viaje.
El ensayo está repleto de alusiones clásicas, al estilo de los humanistas eruditos del renacimiento.
Utiliza términos que no siempre están del todo claros, no siempre son positivos o negativos, porque son conceptos abstractos, resultado de convenciones culturales e históricas: locura, estulticia, broma, insensatez, demonio. En ocasiones pueden actuar como sinónimos, y en otras unos conceptos se convierten en consecuencia o causa lógica de los otros.
Erasmo es un pensador adversativo. Afirma y añade inmediatamente un pero. Permaneció fiel a la Iglesia católica, pero criticándola salvajemente.
La obra se presta a equivocaciones y juicios contradictorios, por el uso de la ironía, que siempre resulta ambigua.
Jose A. Marina apunta, en la Introducción, que Erasmo utilizó la ironía como protección.
La forma literaria recordó a algunos miembros del Club la manera de escribir de Saramago en algunas de sus novelas.
6. Conclusiones. El texto es un desafío a la autoridad eclesiástica, a los centros educativos que creaban seres domados, incapaces de pensar por ellos mismos. Está en contra del dogma escolástico, la rigidez de pensamiento y la severidad de las costumbres, que no hacen sino constreñir el alma y mitigar toda conciencia crítica.
Está en contra del control de las mentes librepensadoras.
No es anticlerical, no critica la religión o la fe, que el mismo Erasmo profesaba y respetaba, pero arremete contra la decadencia y corrupción de las instituciones eclesiásticas y los “mercaderes del templo”.
No es una burla inocua, sino que arremete a dentelladas contra casi todo lo divino y lo humano.
Erasmo, humanista y librepensador, es precursor del humanismo cristiano y base teórica para el protestantismo, pues presenta los problemas existentes en una Europa opresiva, supersticiosa y codiciosa. Tras el Concilio de Trento y la separación del cristianismo entre católicos y protestantes, sus libros fueron incluidos en el índice de obras prohibidas de la Iglesia Católica.
Lo que parece querer decir Erasmo es que esa religión de niños y necios no es la verdadera religión. Erasmo quiere una religión de adultos, capaces de pensar, aceptar o rechazar, examinar libremente los textos, librarse de tutelas asfixiantes, de ritos, devociones, miedos y supercherías; un cristianismo humanista e ilustrado, con una religiosidad interior.
El Elogio de la locura conoció un enorme éxito popular, para sorpresa de Erasmo y, a veces, para su disgusto. El Papa Leon X la encontró divertida. Antes de la muerte de Erasmo ya había sido traducida al francés y al alemán. Una edición de 1511 fue ilustrada con grabados en madera de Hans Holbein.
7. Opiniones personales. La lectura sirvió, una vez más, para adentrarnos en la forma de pensar de otra época histórica, en este caso el Renacimiento.
A través del ensayo de Erasmo se pudo entender mejor cuáles eran las inquietudes del hombre renacentista. Comprendimos como va evolucionando el pensamiento occidental, desde la antigüedad griega, en la que se basa Erasmo para muchas de sus reflexiones.
Por último, terminamos con una frase de Erasmo, que viene a resumir su pensamiento religioso, con la ironía que le caracteriza: Para un verdadero humanista, la salvación está en la lectura. Para un cristiano está en la palabra de Dios. ¿Qué más lógico, entonces, que cifrar la salvación en la lectura de la palabra de Dios?

Tercero.- Para terminar la reunión se repartió la siguiente lectura, “El Buscón” de Quevedo, al mismo tiempo que la Técnico de la Biblioteca hizo una pequeña introducción a la figura del autor y al marco histórico, cultural y social de la obra.
Cuarto.- Se cerró la sesión emplazando a los miembros del Club de Lectura “La Torre” a la siguiente reunión.

Valencia, 13 de abril de 2010.

14/4/10

Se abre el blog para el Elogio de la Locura

Gracias a todos los que asistieron a la última reunión del Club de Lectura "La Torre"!
La asistencia a las reuniones es importante porque mediante los comentarios y cambios de impresiones con los demás miembros, vamos recorriendo una trayectoria, a través de las lecturas programadas.
Este año hemos emprendido un viaje por Europa, que nos está conduciendo desde la antigüedad griega a la actualidad. A través de la lectura de los clásicos intentamos entender un poco mejor la sociedad actual, y aprender algo, tal vez para ser más creativos, y encontrar soluciones a nuestros problemas.
Ayer tratamos de entender la insensatez o locura que embargaba al mundo en el Renacimiento, para Erasmo la única forma posible de ser feliz en una sociedad dominada por la hipocresía y el materialismo.
Ahora se abre el blog, especialmente para aquellos que no pudieron asistir a la reunión, pero también para los que vinieron y se quedaron con alguna idea más para comentar.
Que empiecen vuestros comentarios....

8/4/10

Convocatoria a la 3ª Reunión del Club de Lectura La Torre

Hay una carcajada medieval,
una risa renacentista,
una sarcástica burla barroca,
una sonrisa ilustrada,
una diabólica risotada romántica,
y algunas otras más.

José Antonio Marina

Hola! Espero que hayais tenido unas felices Pascuas, y hayais podido disfrutar un poco del renacimiento de la naturaleza o de nuevas experiencias. También espero que hayais aprovechado para leer, y que esteis preparados para comentar a Erasmo y su época en la próxima reunión, el martes 13 a las 18:30 en La Torre.

Os espero a todos! rocío

25/3/10

El Renacimiento

Renacimiento de Europa: la explosión de la vida.
De 1460 a 1560 Europa conoció un auge demográfico. Era un continente joven, abierto a toda clase de novedades, y fue un momento de la historia de cierto internacionalismo, con circulación intensa de hombres (artistas, estudiantes, mercaderes, soldados, diplomáticos, religiosos…), ideas, fórmulas estéticas, dinero, mercancías, técnicas, etc.
Hacia 1460 hubo un cambio de tendencia importante: disminuyó la mortalidad por el hambre y la peste. En cuanto a la guerra, el mayor conflicto bélico, las Guerras de Italia, no resultó tan mortífero como la Guerra de los Cien Años, y los demás conflictos fueron relativamente breves, sólo duraron dos o tres años.
Todo esto produjo una sensación de optimismo y un cambio de tendencia, un “renacimiento de la vida”. Aumentaron los matrimonios y los bautismos, disminuyó la mortalidad de jóvenes y adultos.
En el arte aparecen nuevos modos de expresión. Del tema de la danza macabra, tan significativo de la angustia del siglo XV y por su obsesión de la muerte, pasamos a la alegría de los cuerpos desnudos y hermosos, que ya no tienen vergüenza de exhibirse (la desnudez de la Primavera de Boticelli).
Nuevos ideales y nuevas técnicas de difusión.
Algunos decenios antes de que se produjera el cambio demográfico, la investigación de los eruditos ya anunciaba rumbos nuevos. Petrarca y Boccaccio, en el siglo XIV buscaron manuscritos y tradujeron al latín las obras de Homero, Herodoto y otros para favorecer su difusión dentro de la cristiandad occidental. Así comenzó el amanecer del fenómeno que se conocería como Humanismo.
El Humanismo.
Movimiento cultural que defiende una nueva concepción del mundo en la que el hombre ocupa el lugar esencial, sin negar la existencia y la preponderancia de Dios, que sigue siendo el creador del Universo. Se trata de recuperar lo esencial, lo mejor de la herencia humana clásica para incorporarlo al patrimonio de la civilización.
Aparecieron centros humanistas en Roma, Florencia, Venecia y otras ciudades, que aprovecharon el apoyo y el amparo del papa Pío II (él mismo humanista famoso), para desarrollar el estudio del griego y de las obras de los autores griegos. El descubrimiento esencial fue la obra de Platón, y de Pitágoras.
El humanismo no sólo recuperó a los platónicos y a la ciencia, sino también a la poesía (Homero), al teatro (Aristófanes), a la historia, etc.
La búsqueda de manuscritos y los hallazgos de copias y versiones diferentes dieron lugar a la crítica de textos, estimulada por el descubrimiento de gran número de documentos falsos elaborados durante la Edad Media. El espíritu crítico nacido del Humanismo puso en tela de juicio los textos más famosos, incluso sagrados; entre ellos la traducción latina de la Biblia.
Si bien existieron dos tendencias dentro del movimiento humanista, una que separaba la razón y el conocimiento de la idea de dios (Humanismo de la Universidad de Padua, con Pomponazzi), y otra, el humanismo cristiano, que trataba de reconciliar el legado de la Antigüedad greco-latina con la tradición cristiana, la inspiración dominante fue la del Humanismo cristiano (Erasmo de Rótterdam). La idea era que la filosofía platónica había sido una preparación a la revelación cristiana. Según la teología platónica, Dios es el Ser por excelencia y todos los demás seres proceden de El, jerarquizados según su pureza y aproximación a Dios. Situado en el centro del Universo, el hombre es a la vez alma inmortal, reflejo de dios y ser privilegiado, pero también materia.
El Humanismo no sólo tuvo consecuencias religiosas (las de las Reformas, protestante o católica). Para los humanistas, la belleza es un camino del conocimiento, puesto que, junto con la armonía, se aproxima a lo divino. El hombre tiene el poder de crear la belleza, observando la naturaleza y despojándola de sus imperfecciones. Este esfuerzo para alcanzar una belleza ideal, imitando pero corrigiendo la naturaleza, va a ser uno de los motores de la creación artística del Renacimiento. Por otra parte, la idea de que la belleza humana es la forma superior de expresión estética, impulsa el estudio y la representación del cuerpo humano. Las artes plásticas, la escultura y la pintura especialmente, experimentan un extraordinario desarrollo.
El espíritu crítico promovido y difundido por el Humanismo tuvo su repercusión en los movimientos de reforma religiosa. Sin embargo, las reformas no procedían únicamente del Humanismo, sino de un conjunto de inquietudes y aspiraciones que no supo satisfacer la Iglesia romana, que albergaba muchos abusos conocidos: simonía o compra de dignidades eclesiásticas, ignorancia de gran parte del clero, supersticiones, absentismo de obispos y abades, que acaparaban los beneficios eclesiásticos, etc.
En el transcurso de los siglos la Iglesia ya había conocido crisis parecidas y las había superado, pero esta vez los abusos de la Iglesia no constituían lo esencial; más bien existía una angustia por la salvación eterna, una multitud de interrogaciones con respecto a las fuentes de la fe, a la eficacia de los sacramentos, a los dogmas (caso de la Trinidad). La Iglesia no podía contestar a todas estas inquietudes, y algunos grupos buscaban soluciones de tipo místico y religiosidad más interior (los “alumbrados” en Castilla, los frères de la vie commune en Francia).
Estas soluciones suponían un cierto nivel intelectual, y no podían contentar las aspiraciones de las masas. Casi todos los reformadores procedían de la misma Iglesia: Martin Lutero (monje agustino), Ulrich Zwinglio, Calvino…
Esta fragmentación de la cristiandad acabó con el sueño de la unidad europea y favoreció el despertar de los nacionalismos, ya que en varios casos (Inglaterra, Países Bajos y España) se llegó a un proceso de identificación entre nación y religión. La intolerancia católica tuvo el apoyo eficaz de la Inquisición en España, Portugal, Sicilia, Roma y Venecia, también en Nápoles y los Países Bajos.
Nuevas técnicas: la imprenta.
La difusión de los textos del Humanismo hubiera sido mucho más lenta y menos profunda sin una nueva tecnología: la imprenta.
Esta técnica apareció a mediados del siglo XV en Alemania, alrededor de 1455 en Maguncia y Estrasburgo. Los progresos de este método tipográfico fueron rapidísimos y después de medio siglo, en 1550, ya estaba fijado lo esencial de la técnica. El primer libro impreso salió en 1470 en Venecia (en 1475 en Segovia, Barcelona y Zaragoza). Los autores antiguos conocieron así una difusión extraordinaria. “Best-sellers” de la época fueron los libros de Erasmo.
Una comunidad internacional
A pesar de la competencia y de las rivalidades entre las naciones, de los conflictos bélicos y de la quiebra espiritual producida por al Reforma, la Europa de este tiempo es una auténtica realidad y no una mera expresión geográfica. Los lazos culturales, económicos y políticos entre los distintos países que la componen se estrechan, y no sólo por la existencia del Imperio multinacional de Carlos V desde 1519 hasta 1556, sin fundamentalmente por la circulación intensa de hombres, ideas, estilos, mercancías y monedas, de Norte a Sur y de Oeste a Este.
Intercambio de hombres, ideas y estilos.
Los humanistas intercambiaron ideas no solamente por cartas; además, viajaron y mucho. Erasmo de Rótterdam (1469-1536) estuvo en París, Inglaterra, Italia (de 1506 a 1509 estuvo en Roma, Florencia, Padua y Venecia), Suiza (donde murió en 1536).
También viajaron los estudiantes, que solían desarrollar sus cursos en varias universidades, no solamente de su país sino también extranjeras, aprovechando el hecho de que la enseñanza se daba en latín; y los artistas.
El floreciente mercado europeo.
Pero no viajaron sólo los hombres, las ideas y las formas artísticas. También el dinero y las mercancías. Así comienza la Europa de los banqueros, los armadores, los mercaderes, los cambistas. Los descubrimientos geográficos de fines del siglo XV supone la ampliación de los mercados.
De tal modo que la época del Renacimiento fue excepcionalmente favorable para el desarrollo del capitalismo comercial y financiero.

Así tenemos retratada y definida la situación de Europa en el siglo del Renacimiento, 1460-1560: explosión demográfica, nuevos ideales propagados por las nuevas técnicas de la imprenta, circulación intensa de hombres e ideas, dimensiones internacionales de la economía estimulada por un capitalismo agresivo. Son los elementos decisivos que acompañan el florecimiento del Renacimiento.
Los principales focos del Renacimiento: las ciudades italianas
Florencia
La primacía intelectual y artística en la primera mitad del siglo XV corresponde a Florencia: Brunelleschi (1377-1446) en la arquitectura, Masaccio (1401-1428) en la pintura, y Donatello (1386-1446) en la escultura.
Después de ellos, Florencia, favorecida por el mecenazgo de los Medicis, aparece como la capital del Renacimiento.
Leonardo da Vinci (1452-1519) encarna las inquietudes, las aspiraciones y el genio de la Florencia renacentista. A la vez pintor, escultor, matemático, alquimista e ingeniero, logró una sorprendente fusión de arte y ciencia.
El Renacimiento transformó a Florencia en una ciudad nueva, llena de monumentos y obras de arte.
Roma
Hacia 1500 Roma arrebató la primacía cultural a Florencia. Y es que los papas de la época, Alejandro VI Borja, Julio II, León X, eran más príncipes renacentistas que pastores de almas. No se conformaban con la capitalidad religiosa del mundo cristiano; querían hacer de Roma la capital artística de Europa, atraer a los artistas más famosos y edificar los monumentos más prestigiosos.
Miguel Ángel (1475-1564) se traslada a Roma, y colabora en la construcción de la nueva catedral de San Pedro, además de realizar algunas obras de escultura y pintura (decoración del techo de la Capilla Sixtina).
Roma adquiere en el siglo XV todo su esplendor. La vieja capital del imperio romano recupera su prestigio en el orbe mundial merced a un proceso de revitalización auspiciado por los papas, pero que va más allá de una simple empresa religiosa. Se trata de un crecimiento en todos los órdenes que eleva su población, aumenta sus relaciones internacionales y la convierte en centro, otra vez, del mundo occidental.
Venecia
Abierta al Adriático, puerta de Oriente, la rica y poderosa Venecia no ha dejado de ser la patria de los más osados comerciantes europeos, pero ahora es un centro político y cultural de primer orden. La abundancia de sus intercambios con el mundo es tan importante como las escuelas artísticas que se desarrollan entre sus canales.
Los artistas venecianos, especialmente los pintores, viven inmersos en una ambiente de luz y color que da a la escuela pictórica veneciana su marcada personalidad. Su trabajo para una nobleza exigente y a la vez exquisita, deja en manos de esta aristocracia la responsabilidad de unas creaciones que confirman a los venecianos como los más cultos entre los cultos renacentistas.

Italia era en conjunto el país más rico de Europa. La riqueza no se explica por una agricultura superior, a pesar de la variedad de la producción: además de los cereales, de la vid, y de los olivares, moreras y sedas de Calabria y Sicilia, caña de azúcar, arroz. La riqueza procedía de los avances en el comercio y la banca, y en la industria.
Los italianos habían sido los inventores de las nuevas técnicas mercantiles (letra de cambio, giro, el endoso), y las dominaban perfectamente, de modo que hasta 1560, por lo menos, controlaron la red internacional de ferias de cambio.
Por otro lado, sin las riquezas producidas por la industria, el comercio y la banca, y sin las contribuciones pagadas al Papado por el mundo cristiano, el Renacimiento italiano no hubiera logrado tanto esplendor ni podría haber hecho encargos a tantos artistas.

El Renacimiento logró la promoción social de los artistas y los hizo salir del anonimato para darles fama y gloria. Hasta entonces, los pintores, escultores, grabadores o plateros gozaban de poca consideración porque su oficio era un arte mecánico, que se hacía con las manos (tarea de esclavos); y las artes mecánicas se oponían a las artes liberales, propias de intelectuales, actividades nobles y alabadas. Los pintores y escultores demostraron que su trabajo se fundamentaba en recursos matemáticos (y las matemáticas era un arte liberal), lo que ya se admitía para la arquitectura. Leonardo da Vinci añadió que en la pintura o en la escultura, la mano no hacía más que ejecutar las creaciones del espíritu, de la imaginación, igual que en la poesía, arte liberal indiscutible. Evidentemente, toda esta controversia se refiere a la idea indiscutida en la época de la superioridad de los intelectuales.
Los artistas pasaron de artesanos a artistas, de “plebeyos” a “nobles”.
Los Países Bajos y Francia
Los Países Bajos vivieron su propio Renacimiento. Sus prósperas burguesías afincadas en las populosas y activas ciudades como la de Amberes, protagonizaron un desarrollo económico y cultural extraordinario, pese a la guerra que los enfrentó durante 80 años con España.
La agricultura más desarrollada de Europa, fuerte expansión de la ganadería vacuna y conquista de terrenos al mar mediante el uso de una hidráulica sofisticada. Desarrollo precoz de la industria (pañería, Gantes y Brujas; tapicería, Bruselas; platería, muebles, metalurgia, armas y explosivos).
La situación entre Francia, Inglaterra y Alemania favorecía el desarrollo comerial.
Respecto al arte, los flamencos logran combinar la maestría técnica, el amor a la vida, a la afición a los bienes materiales (paños, tapices, comidas, bebidas) y la fe tradicional.

Francia, fue tal vez el discípulo más fiel del Renacimiento italiano, aunque con rasgos peculiares. La sociedad francesa pronto adquirió los gustos y aficiones de sus vecinos del Norte y de Italia; a la presencia de artistas insignes traídos a la Corte, se añadió el placer de la música, la danza, el teatro y las tertulias literarias.

La expansión renacentista en otros países.
En Inglaterra el Humanismo tuvo mucha aceptación, pero no el arte renacentista.
En Alemania, mientras la arquitectura y la escultura se mantenían casi impermeables a las sugerencias italianas, y mientras los pintores seguían expresando el espíritu germánico tradicional, Alberto Durero (1471-1528) se afirmaba como auténtico artista del Renacimiento, logró reunir en su obra una intensa religiosidad, así como preocupaciones científicas y filosóficas de cuño neoplatónico y técnicas propias de la nueva era.
El Renacimiento tuvo buena aceptación en Polonia, aunque no tanto como el Humanismo.
Hasta Rusia se extienden las corrientes artísticas renacentistas. En Moscú, la capital de los zares, la presencia de artistas italianos se traducirá en una producción suntuaria para el Kremlin, abierto a la llegada de los lujos coloristas venecianos.
La contradicción nacionalista
La publicación casi simultánea de El Príncipe de Maquiavelo (1513) y de la Institutio principis chirstiani de Erasmo (1516) señaló una contradicción drástica entre el ideal político del Humanismo cristiano y la razón de Estado.
La evolución política de Europa siguió el rumbo marcado por Maquiavelo. El Renacimiento concluyó con la ruina de las esperanzas de unidad europea y el auge de nacionalismos agresivos que dieron pie a enfrentamientos bélicos. Pero, también es cierto que la quiebra de la unidad religiosa influyó en estos enfrentamientos. Por otra parte, los monarcas utilizaron la Iglesia y, a veces, sus bienes como instrumento de poder, pero con matices diferentes entre países protestantes y católicos.
La actuación política de Enrique VIII en Inglaterra estuvo inspirada en la exaltación del nacionalismo inglés y el reforzamiento del poder real frente a la nobleza y el clero, en una actitud típica de los monarcas absolutos del barroco, de los que se puede considerar precursor.
En el clima de intolerancia característico de la época, el cisma de la cristiandad europea estimuló los enfrentamientos nacionales, así como el choque multisecular entre cristiandad e islamismo. En Venecia se mantuvo una política ambigua en relación a los turcos, pero cuando la agresividad de los otomanos puso en peligro a la ciudad italiana el factor nacionalista y religioso fue utilizado como bandera de batalla contra los musulmanes.
Otro factor propicio al desarrollo del nacionalismo fue la identidad entre un pueblo y un idioma. Y, precisamente, en esta época asistimos a la aparición de las primeras gramáticas, a la traducción de la Biblia al alemán por Lutero.
Las rivalidades económicas fueron otro motivo de enfrentamientos y conflictos, sobre todo después de los “descubrimientos”, que planteaban el problema de la conquista de nuevos mercados y hacían posible la desviación de las rutas tradicionales.
Por otra parte, el auge demográfico, el aumento de la producción agrícola y el desarrollo del comercio internacional vinieron a suponer un fuerte incremento de la fiscalidad y, por tanto, de las riquezas de las haciendas públicas, elemento clave del Estado Moderno.
A mediados del siglo XVI se afirmaron varios Estados nacionales. Destacan dos grandes potencias: la casa de Francia y la casa de Austria.
El desarrollo del Estado Moderno
Durante el Renacimiento asistimos a la emergencia o afirmación de varios Estados nacionales y también a la desaparición de uno, el reino de Hungría, absorbido por el Imperio Otomano (1527).
Podemos considerar como Estados nacionales ya provistos de todos los elementos básicos del aparato estatal a Portugal, España (que seguía siendo una reunión de reinos bajo el cetro del mismo monarca), Francia, Inglaterra, Polonia (con una monarquía electiva), Dinamarca (que conservaba el dominio sobre Noruega), Suecia (independiente a partir de 1523, rechazando la soberanía de Dinamarca) y Rusia. Todos estos Estados (menos Polonia) tenían un mismo régimen político, la monarquía hereditaria. La estructura fiscal era muy diferente según los países.
La nobleza, vieja y nueva, seguirá desempeñando la hegemonía de la sociedad. Las familias nobiliarias ejercerán los oficios públicos durante toda la Edad Moderna; la burguesía enriquecida en el Renacimiento, preferirá cambiar sus negocios por un título. Con el fin del Renacimiento se abre la etapa de los absolutismos, el Barroco y las crisis sociales y económicas.
Los sueños del Renacimiento se extinguen después de 1560: las guerras de religión en Francia, el enfrentamiento entre Inglaterra y España, los Países Bajos contra España y, a la vez, en guerra civil.


La Europa del Renacimiento. Bartolomé Benassar. Anaya, 2003.