20/4/10

3ª REUNIÓN 2010 CLUB DE LECTURA "LA TORRE"

3ª REUNIÓN 2010 CLUB DE LECTURA “LA TORRE”

Día: martes 13 de abril de 2010
Hora: 18:30
Número de asistentes: 2 hombres y 8 mujeres.
Lugar: Btca. Joan Churat i Saurí
Lectura: Elogio de la locura. Erasmo de Rotterdam.

Primero.- La reunión empezó con una breve introducción a la biografía del autor y su obra, por la Técnico de la Biblioteca.
Segundo.- Seguidamente, se pasó a comentar los aspectos más destacados de la obra.

1. Localización. Ensayo escrito en 1509, a los 42 años, cuando iba de Roma a Inglaterra atravesando los Alpes por Suiza. Al llegar a Londres, en unas semanas, redactó el Elogio en casa de Thomas More.
La primera edición, en latín, es de 1511. De 1520 son la primera traducción francesa y la checa.
2. Asunto. La insensatez o locura se presenta, como una diosa, para hacer su defensa y reclamar sus méritos, con gran desfachatez y gracia. Quiere convencer al auditorio de que ella es el origen de todas las bondades, diversiones y deleites que el ser humano disfruta.
La insensatez no comparece sola. Viene acompañada de su séquito familiar: la ebriedad, la ignorancia, el amor propio, la adulación, el olvido, la pereza, la voluptuosidad, la demencia, la molicie y la sublime modorra.
Con los fieles auxilios de esta familia, todas las cosas permanecen bajo mi potestad y ejerzo autoridad incluso sobre las autoridades.
3. Tema. Es una crítica de la sociedad de su época, en la que todas las clases sociales son despiadadamente analizadas por la Locura, que es la que narra el relato. Su burla mordaz no deja títere con cabeza: ni reyes ni papas, ni campesinos ni nobles, ni mujeres ni monjes se sustraen al dominio de la Locura, la stultitia, la estupidez. Ésta estulticia generalizada en el género humano, alcanza también a algunos animales domésticos, los que mejor lo representan, a través de la iconografía católica (el cordero, la paloma, etc.), y elogia la locura a la que lleva la insensatez, como la única forma de ser feliz en un mundo estulto.
Se comentó especialmente como trata el tema de la mujer, la sabiduría y la religión. Se intentó comprender estos conceptos dentro del contexto histórico social.
Erasmo propone la interiorización de la religión y da recursos para la reflexión y el pensamiento.
Respecto a la sabiduría, hace un tratamiento de las distintas etapas de la necedad humana, a lo largo de las distintas edades.
4. Estructura. Comienza con una loa satírica. Después empieza una serie de discursos solemnes en los que la locura hace un elogio de la ceguera y la demencia, y en los que se realiza un examen satírico de las supersticiones y de las prácticas piadosas y corruptas de la Iglesia Católica, así como de la locura de los pedantes (entre los que se incluye el propio Erasmo). Poco a poco la locura toma la voz de Erasmo, que lanza una dura reprobación. Termina con una sincera y sencilla exposición de los verdaderos ideales cristianos.
5. Forma. Discurso (discursillo) irónico o satírico, con un estilo directo. Es, como explica el autor en el Prefacio, un juego de ingenio para entretenerse en un largo viaje.
El ensayo está repleto de alusiones clásicas, al estilo de los humanistas eruditos del renacimiento.
Utiliza términos que no siempre están del todo claros, no siempre son positivos o negativos, porque son conceptos abstractos, resultado de convenciones culturales e históricas: locura, estulticia, broma, insensatez, demonio. En ocasiones pueden actuar como sinónimos, y en otras unos conceptos se convierten en consecuencia o causa lógica de los otros.
Erasmo es un pensador adversativo. Afirma y añade inmediatamente un pero. Permaneció fiel a la Iglesia católica, pero criticándola salvajemente.
La obra se presta a equivocaciones y juicios contradictorios, por el uso de la ironía, que siempre resulta ambigua.
Jose A. Marina apunta, en la Introducción, que Erasmo utilizó la ironía como protección.
La forma literaria recordó a algunos miembros del Club la manera de escribir de Saramago en algunas de sus novelas.
6. Conclusiones. El texto es un desafío a la autoridad eclesiástica, a los centros educativos que creaban seres domados, incapaces de pensar por ellos mismos. Está en contra del dogma escolástico, la rigidez de pensamiento y la severidad de las costumbres, que no hacen sino constreñir el alma y mitigar toda conciencia crítica.
Está en contra del control de las mentes librepensadoras.
No es anticlerical, no critica la religión o la fe, que el mismo Erasmo profesaba y respetaba, pero arremete contra la decadencia y corrupción de las instituciones eclesiásticas y los “mercaderes del templo”.
No es una burla inocua, sino que arremete a dentelladas contra casi todo lo divino y lo humano.
Erasmo, humanista y librepensador, es precursor del humanismo cristiano y base teórica para el protestantismo, pues presenta los problemas existentes en una Europa opresiva, supersticiosa y codiciosa. Tras el Concilio de Trento y la separación del cristianismo entre católicos y protestantes, sus libros fueron incluidos en el índice de obras prohibidas de la Iglesia Católica.
Lo que parece querer decir Erasmo es que esa religión de niños y necios no es la verdadera religión. Erasmo quiere una religión de adultos, capaces de pensar, aceptar o rechazar, examinar libremente los textos, librarse de tutelas asfixiantes, de ritos, devociones, miedos y supercherías; un cristianismo humanista e ilustrado, con una religiosidad interior.
El Elogio de la locura conoció un enorme éxito popular, para sorpresa de Erasmo y, a veces, para su disgusto. El Papa Leon X la encontró divertida. Antes de la muerte de Erasmo ya había sido traducida al francés y al alemán. Una edición de 1511 fue ilustrada con grabados en madera de Hans Holbein.
7. Opiniones personales. La lectura sirvió, una vez más, para adentrarnos en la forma de pensar de otra época histórica, en este caso el Renacimiento.
A través del ensayo de Erasmo se pudo entender mejor cuáles eran las inquietudes del hombre renacentista. Comprendimos como va evolucionando el pensamiento occidental, desde la antigüedad griega, en la que se basa Erasmo para muchas de sus reflexiones.
Por último, terminamos con una frase de Erasmo, que viene a resumir su pensamiento religioso, con la ironía que le caracteriza: Para un verdadero humanista, la salvación está en la lectura. Para un cristiano está en la palabra de Dios. ¿Qué más lógico, entonces, que cifrar la salvación en la lectura de la palabra de Dios?

Tercero.- Para terminar la reunión se repartió la siguiente lectura, “El Buscón” de Quevedo, al mismo tiempo que la Técnico de la Biblioteca hizo una pequeña introducción a la figura del autor y al marco histórico, cultural y social de la obra.
Cuarto.- Se cerró la sesión emplazando a los miembros del Club de Lectura “La Torre” a la siguiente reunión.

Valencia, 13 de abril de 2010.

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