8/3/13




Nuestra próxima lectura

Desayuno en Tiffanys
Truman Caponte / Blake Edwards

Viernes 12 de abril de 2013
18 h.

Biblioteca Gregori Mayans i Ciscar
C/Trafalgar, 34
46023 Valencia

http://www.youtube.com/watch?v=OcLvm2ZK8Cs

Jueves 8 de marzo de 2013
18 h.

Programa 2013 La letra y la imagen

"El Gatopardo"
G. T. di Lampedusa / L. Visconti 

Biblioteca Gregori Mayans
C/Trafalgar, 34. 46023 Valencia.
Tel. 96 352 54 78 ext. 2735-2736 

El miércoles disfrutamos de la película Il Gatopardo de L. Visconti en la Filmoteca Valenciana-IVAC, tras la presentación por José Hurtado.
Al día siguiente, compartimos la lectura de la novela de Lampedusa en el Club de Lectura "La Torre"  

Esta novela escrita por G.T. di Lampedusa entre finales de 1954 y 1957, fue rechazada en un principio por las editoriales Einaudi y Mondadori y, finalmente, fue publicada postumamente por la editorial Feltrinelli, con prólogo de Giorgio Bassani.
En 1959 obtuvo el Premio Strega, y en 1963 Luchino Visconti la adaptó al cine. 

Lampedusa es autor de esta sola novela, que escribió con más de 60 años, además de un puñado de cuentos, una copiosa correspondencia y algunas notas sobre literatura inglesa y sobre Stendhal. Escrita en sólo tres años, y terminada un poco antes de su muerte.


Narra la vida  de Don Fabrizio Corbera, Príncipe de Salina, y su familia, entre 1860 y 1910 en Sicilia. 
En el marco de la guerra de Unificación Italiana, con el desembarco de Garibaldi en Marsala (Sicilia,1860), presenciamos, a través de los ojos del Príncipe, el punto de inflexión histórica determinado por la caída de la antigua aristocracia y el ascenso, con el énfasis republicano, de la burguesía, representada por el Alcalde de Donnafugata, Calogero Sedàra.


Es el retrato de una aristocracia en decadencia, obstinada en ampararse en su espectro de opulencia y fausto. El fin de una época y el declinar de todo un mundo. 
Es una novela sobre la muerte, en definitiva. La preparación para ella y su aceptación, como una parte de la vida misma, tenue, respetuosa y modesta.


La historia se desarrolla entre mayo de 1860 y mayo de 1910. 
Narra estos 50 años de la Casa de los Salina en 8 capítulos o partes.
Cada capítulo empieza dejando constancia de la fecha en que tienen lugar los acontecimientos que se van narrar. La fecha se presenta de forma objetiva, aislada de la historia que se cuenta en los capítulos.
La parte más extensa es la que transcurre durante 1860 (capítulos I a IV), que es el año del desembarco de Garibaldi en Marsala y termina con el compromiso matrimonial de Angelica (burguesía ascendente) y Tancredi (aristocracia decadente). Es decir, con el nuevo pacto social.
Después, el capítulo V que se desarrolla en febrero de 1861 es como un pequeño "intermedio" donde conocemos el ambiente del que procede el padre Pirrone. Es el ambiente rural, con los conflictos cotidianos que preocupan al pueblo llano, y que necesitan de "la mano de Dios" para ser administrados con beneficios y las menores pérdidas posibles.
Luego, viene el capítulo VI, que transcurre en noviembre de 1862, el Baile, que desprende toda la decadencia de la rancia aristocracia italiana, y es el anuncio o prólogo a la muerte del Príncipe, que tiene lugar en el siguiente capítulo VII (julio de 1883), más o menos 20 años después.
La novela finaliza un capítulo después, que transcurre en mayo de 1910, casi 30 años después de la muerte de Don Fabrizio. Es el fin de todo, de las reliquias falsas, del cuerpo embalsamado de Bendicò. Es la amargura que produce el fracaso. "El vacío interior era total".

Los principales personajes son:
  
Don Fabrizio, Príncipe de Salina. Principal protagonista, que presencia imperturbable, escéptico incluso, el derrumbe del mundo que conoce, destinado hacía tiempo a desaparecer. 
Personaje inspirado en el bisabuelo del autor, representa a la aristocracia y al antiguo régimen. Representa el pasado, y con él la propia muerte que es una parte de la vida. 
La elegancia y magnificencia que va ser sustituida por la vulgaridad.
Don Calogero Sedàra, Alcalde de Donnafugata, que es la antítesis de Don Fabrizio, y sin embargo, va a emparentar con el, para hacer realidad la sentencia "Si queremos que todo siga como está, es preciso que todo cambie". 
Es la clase política emergente, el futuro de la Italia Unificada y parlamentaria, que hace creer al pueblo que participa o decide en su gobierno, cuando se le engaña para acumular riqueza y seguir dominandolo pero de forma más dura. 
Concetta, representa las mujeres de la aristocracia decandente. Quedará soltera en este nuevo mundo, pues no sabe adaptarse al oportunismo imperante, y así morirá definitvamente todo el viejo sistema. 
Angelica, es la antítesis de Concetta y su rival en el amor. Hija del Alcalde, y muy bella, se casará con el pretendiente de siempre de Concetta, y ahijado y protejido de su padre, el príncipe Tancredi. 
Es la nueva clase emergente, por su acumulación de riqueza basada en el oportunismo, que se casa con la nobleza empobrecida, para obtener lo que no puede comprar. 
Tancredi, el príncipe empobrecido pero de gran cultura y "saber estar", conquistador, que sabe bailar con "la más fea" para medrar en el nuevo sistema social. Sabe nadar contra corriente. Es el oportunista que sabe lo que puede conseguir y cómo hacerlo. 
Padre Pirrone, es la Iglesia Católica. El confesor y confidente de la familia Salina. Toda familia aristocrática tiene un santo en su historia, y un cura de la casa. Porque el poder emana de Dios para este viejo régimen, lo que le confiere al mismo tiempo un carácter sagrado y compasivo.
Los demás personajes le sirven al autor para describir algunos detalles de la época o profundizar en la psicología de los personajes principales, a través de los diálogos y las reflexiones del Príncipe en relación con ellos.

Escrita en tercera persona, en un estilo parecido al de las novelas del siglo XIX que retrata. Sin embargo, no es una novela decimonónica. Su autor, gran lector, no desconocía las nuevas técnicas ni los "avances" del género.
Hace un uso magistral de la elipsis, relatando fragmentariamente, sin subrayar y hasta sin contar del todo. Deja sin explicación lo que al lector le basta con vislumbrar o intuir, combina lo dicho y acaecido con lo sólo pensado, y sobre todo, observa, reflexiona, matiza.  

En la novela, en realidad, no pasa gran cosa. Los sucesos históricos, los grandes cambios, se sitúna fuera del marco de la novela. Por este motivo, El Gatopardo abunda en texturas, en aromas, en ilusiones y espectros de vida, que no dejan, con todo, de ser ensueño.
Lampedusa no era escritor y creó su novela libre de temores críticos y de ansias de originalidad, sin ninguna intención de deslumbrar o escandalizar.