18:30 Viernes, 24 Febrero 2012
En nuestra segunda reunión del Programa 2012 Malas Calles compartimos la lectura del escritor estadounidense Don Delillo (New York, 1936) conocido por sus novelas que retratan la vida americana de finales del siglo XX y principios del XXI.
Estas son algunas de las reflexiones que se hicieron sobre la lectura:
Cosmópolis Escrita y publicada en 2003, cuando el autor ya lleva más de 30 años dedicado a la literatura.
Su primera novela, Americana, es de 1971.
Obra de un autor ya reconocido por público y crítica. Considerado uno de los escritores norteamericanos más relevantes de la actualidad.
Narra un día en la vida del típico multimillonario despiadado y sin escrúpulos; un día que lo pasa mayormente en su limusina, entre el tráfico de Nueva York.
Erik Packer atraviesa la ciudad para ir a cortarse el pelo en una peluquería de su barrio natal, y se queda atrapado en un atasco producido por diversos acontecimientos: la llegada del Presidente a la ciudad, el funeral de un ídolo de la música, el rodaje de una película y una violenta manifestación política.
Trata el tema del desplome del mercado financiero, el fin de una época y el comienzo de la era del terror. La deshumanización del capitalismo, la sociedad dominada por el mercado y la tecnología. La relación entre el poder y la alta tecnología.
Trata diversos temas también: el sexo, la violencia, la muerte, el terrorismo.
Pero, sobre todo, trata el tema del tiempo en su fluir sin tregua. El valor del tiempo en el mundo capitalista y financiero de la gran ciudad del mundo.
Porque el tiempo es ahora un activo empresarial
La vida/muerte del protagonista como un viaje que transcurre a distintas velocidades a través de la ciudad, hacia el barrio de su infancia. El tiempo como movimiento en el espacio, como desplazamiento.
La acción transcurre en un sólo día, un día de abril del año 2000.
Delillo construye un relato sin historia. Está hecho de fragmentos, de visiones desconectadas, de las peripecias fugaces en un día de su anti-héroe Erik Packer.
Novela de un personaje. Todos los demás son juguetes en sus manos, y sirven para acentuar la deshumanización del principal: su mujer, su chofer, su médico, sus amantes, sus empleados y colaboradores, sus guardaespaldas, sus enemigos...
Erik Packer, personaje principal. Es un joven neoyorkino de 28 años, multimillonario asesor de inversiones. Casado con una bella mujer joven, poeta, con la que todavía no ha consumado su matrimonio. También tiene otras amantes, además de todo tipo de empleados y guardaespaldas. Es un ser arrogante, que se salta todos los límites legales y morales. Frío y deshumanizado, observa el mundo desde su insonorizada y blindada limusina.
Este personaje sirve al autor para mostrar la situación de constante alerta en la que vivimos. Esta alerta constante nos hace sentir miedo, peligro, y el riesgo de la inminente caducidad de todo cuanto nos rodea.
Para algunos miembros del CL los distintos personajes de la novela, sirven para personificar diversos temas: la mujer, el sexo, la violencia, la desesperanza.
La violencia, la agresividad, domina las relaciones humanas (si las hay).
Estilo directo, preciso, que hace uso con frecuencia de la ironía. Nos induce a veces a la risa, otras al terror o a una profunda reflexión.
Utiliza un lenguaje brusco, abundando las frases cortas y directas.
De vez en cuando el narrador omnisciente incluye refexiones contundentes. Por ejemplo, cuando en medio de un incidente disparatado comenta: El dinero habla sólo para si mismo.
Narración de un presente que fluye, que no deja de fluir.
La novela prescinde de los elementos fundamentales de la novela clásica: psicología de los personajes, no hay un pasado que antecede a los hechos, no se espera un futuro, no existe una trama sino un tejido de sucesos desconectados. Pero, es profundamente realista.
Con estos elementos el autor crea una sensación de desasosiego constante, una tensión dramática que termina atrapando al lector, deseoso de que esa locura acabe.
Retrata un presente sin proyección de futuro.
Conclusiones y opinión personal
Es un retratro feroz del capitalismo. Describe una ciudad ultramoderna, que vive su majestuosidad asentada sobre el caos.
Es una sociedad en movimiento constante, inquieta, que no profundiza en nada, que valora sólo lo nuevo. En constante comunicación de seres que no tienen nada que comunicarse porque son incapaces de parar a reflexionar o a sentir. Es todo fungible, intercambiable, baladí.
Packer ha alcanzado el poder, la riqueza, todo lo que esta sociedad parece señalar como la meta para los verdaderos triunfadores... y sin embargo no le queda nada. De todos modos ya estás muerto. Eres como alguien que ya estuviera muerto. Como alguien que llevara cien años muerto. Muchos siglos muerto. Hace tiempo que murió su parte humana. Sólo queda la máquina que le conduce por la vida: su propio cuerpo dentro de la limusina/féretro
Refleja al individuo preocupado exclusivamente por él mismo, ajeno a cualquier tipo de valor transcente y viviendo el momento preciso y concreto.
Surrealista visión urbana, donde describe la creciente relación entre la tecnología y la carne. Se trata de un mundo deshumanizado.
Es perceptivo, agudo, feroz, a veces desconcertante.
No es un escritor fácil de leer.
