9/2/10

1ª SESIÓN 2010 CLUB DE LECTURA La Torre

Día: viernes 26 de enero de 2010
Hora: 18:30
Número de asistentes: 1 hombre y 11 mujeres.
Lugar: Btca. Joan Churat i Saurí
Lectura: El banquete. Platón.

Primero.- La reunión empezó con una breve introducción a la biografía del autor y su obra, por la Técnico de la Biblioteca.

Segundo.- Seguidamente, se pasó a comentar los aspectos más destacados de la obra.

1.-Localización. Es un diálogo platónico compuesto hacia 380 a.C. que versa sobre el amor. Por tanto, pertenece a su época de madurez o diálogos críticos.
Se empezó tratando de entender la pieza dentro de su tiempo y época, gracias a la introducción realizada por una de las miembros del club, que esbozó unos trazos de la sociedad ateniense del siglo IV a. C.
2.- Asunto. La narración se sitúa en el banquete organizado por el poeta trágico Agatón para celebrar su victoria en las fiestas Leneas del 416 a.C. Tras la comida, se propone que cada uno de los invitados improvise un elogio a Eros pues, siendo éste dios uno de los más importantes, rara vez es encomiado como mereciera
3.- Tema. El Amor, como dios o como idea. A través de los distintos discursos de los invitados al banquete, el autor intenta aproximarse a la naturaleza del amor, para definirlo y explicarlo.
4.- Estructura. Comienza con una introducción, mediante dos personajes que conversan sobre lo que se dijo en “el banquete”, para trasladarnos a ese momento pasado y referirnos lo que se habló, por boca de los propios autores de los discursos.
El primer discurso es el de Fedro, que hace un encendido elogio del amor: “Así pues, lo que sostengo es que el Amor no sólo es el más antiguo de los dioses y el de mayor dignidad, sino también el más eficaz para que los hombres, tanto vivos como muertos, consigan virtud y felicidad.”
Aquí se comentó cómo todos los actos realizados por amor están dotados de un elemento de belleza en sí, por ridículos o maliciosos que resultaran los mismos actos si no estuvieran movidos por este “virtuoso sentimiento”.
Tras él, el sofista Pausanias habla de la doble naturaleza del amor, distinguiendo entre uno vulgar y otro que aspira a lo bello y lo bueno.
Eríximaco, el tercero en hablar, propone una visión algo más científica, entendiendo el amor como un principio fundamental que, junto al odio, domina a la naturaleza y al hombre.
Sigue entonces el discurso de Aristófanes, que relata el famoso mito según el cual hubo un tiempo en que la tierra estaba habitada por personas esféricas con dos caras, cuatro piernas y cuatro brazos. Tres sexos existían entonces: el masculino, descendiente del sol, el femenino, descendiente de la tierra y el andrógino, descendiente de la luna, que participaba de ambos. La arrogancia de estos seres provocó la ira de Zeus que para someterlos los dividió, convirtiéndolos en seres incompletos y condenándolos a anhelar siempre la unión con su mitad perdida. Las tres formas del amor sexual quedan así explicadas: los heterosexuales son descendientes de seres andróginos y los homosexuales provienen de seres completamente masculinos o femeninos.
Tras el bello discurso de Aristófanes, habla Agatón, que hace una bella y poética apología.
Por último, Sócrates expone su teoría del amor: fiel a su estilo, empieza planteando la cuestión de forma dialéctica, haciendo una serie de preguntas a Agatón (que habló antes que él), para conducirlo a su punto de vista, por la lógica de sus respuestas.
Al final, entra Alcibíades, que forma un curioso triángulo amoroso con Sócrates y Agatón. Como la ronda de discursos sobre el amor ha terminado, se le encarga comenzar una ronda de elogios del personaje que quede a su derecha. De esta manera, el debe empezar alabando a Sócrates, lo que permite terminar la obra con una apología del maestro de Platón, si bien algo irónica (al estilo socrático), pues Alcibíades ha sido desdeñado en su amor a Sócrates.
En cuanto al discurso de Sócrates, se comentó lo curioso que resulta que sus palabras sean el resumen de una conversación que mantuvo un día con una sabia sacerdotisa. A este respecto se comentó que, tal vez, el autor trata de liberarse de la responsabilidad de su discurso, poniendo su teoría en boca de una tercera persona. De esta manera, se puede permitir una mayor trasgresión y hablar con mayor libertad de los dioses, desmitificándolos. Pues, según él, el amor es mitad dios y mitad mortal, a medio camino entre ambos, es un mediador, “genio o demonio”.
5.- Personajes. Los personajes representan distintas profesiones y puntos de vista ante la vida, si bien todos se encuentran dentro de la sociedad anteniense, por su nacimiento o méritos propios. Son ciudadanos griegos, que se reunían en esta especie de tertulias tras un banquete ofrecido por un personaje ilustre.
Son personajes históricos, entre los que existen unas relaciones personales anteriores.
6.- Forma. Diálogo crítico entre diversos personajes históricos, pertenecientes a distintas profesiones, que aportan su punto de vista sobre el tema del amor: un médico, un poeta, un filósofo, un político…
Un personaje cuenta a otro lo que otro le contó de lo que se habló en “el banquete”. Esto permite al autor omitir lo innecesario (no se recuerda) y resaltar lo relevante, lo que aligera la narración.
El autor utiliza un lenguaje culto, con frases más largas de a lo que está habituado el lector del siglo XXI, lo que requiere un mayor esfuerzo de concentración para no perder el significado del discurso.
7.- Conclusiones. Sócrates nos demuestra que el Amor es un deseo, y que todo deseo es de la posesión de lo que no se tiene. Por tanto, si es Amor de los seres bellos, y todo lo bello es bueno, el Amor carece de bondad y de belleza, y por eso aspira a poseerlas. Si llegados a este punto, el Amor pudiera parecer feo y malo, la “revelación” de Diotima de Mantinea nos hace comprender que es algo intermedio entre la belleza y la fealdad, entre bondad y maldad, de la misma manera que es la correcta opinión algo intermedio entre la sabiduría y la ignorancia. Y esto lo expresa a través del mito que narra como el Amor es concebido entre Poro (el recurso) y Penía (la pobreza).
Por otra parte, todo amor es el amor de algo, y ese algo no es sino la posesión de un bien que da la felicidad. Según esto “todo deseo de las cosas buenas y de ser feliz es amor”. A su vez, este deseo no es sino un ansia de inmortalidad, la “procreación en la belleza tanto según el cuerpo como según el alma”.
Según la descripción de Diotima, referida por Sócrates, quienes aman buscan algo que sin embargo aún no entienden; se den cuenta o no, buscan la posesión eterna del bien y sólo pueden alcanzarla por medio de algún tipo de actividad productiva.
El amor físico perpetúa la especie y permite obtener una forma inferior de inmortalidad frente a la que alcanzan quienes gobiernan ciudades y moldean las características morales de las futuras generaciones.
Comenzando por la atracción por la belleza del cuerpo de una persona, se desarrolla gradualmente la estima por la belleza presente en todos los demás cuerpos hermosos; entonces el reconocimiento de la belleza en las almas de la gente lleva a una vinculación más estrecha con la belleza de las costumbres, leyes y sistemas de gobierno. Este proceso de crecimiento emocional y profundización de la comprensión culmina eventualmente en el descubrimiento de la belleza eterna e inmutable, de la Belleza misma.
8.- Opiniones personales. Finalmente, se trató de compartir las impresiones personales que habían provocado la lectura propuesta.
Se planteó la pregunta de si a través de los distintos discursos el autor llegaba a alguna conclusión sobre el tema del Amor.
Algunos miembros opinaron que la humanidad no parecía haber avanzado mucho desde el siglo IV a.C en estos temas, y opinaban de una manera bastante negativa al referirse a la civilización occidental.
Otros pensaban, sin embargo, que no se podía considerar un fracaso de la sociedad el no haber llegado todavía a una idea clara y concreta sobre temas como el Amor, y que lo importante era el tiempo que se perdía pensando en el Amor; porque enfocándolo de una manera práctica, como los socráticos, quien piensa en el Amor, actuará movido por bellos ideales y cosas buenas. Pero, lamentablemente, se destina muy poco tiempo en la actualidad a hablar sobre estos temas; y, en este aspecto, tal vez sí sea una sociedad más ignorante la que se ocupa nada más que de los aspectos materiales, y no de la contemplación o el crecimiento espiritual.

Tercero.- Para terminar la reunión se repartió la siguiente lectura, “Poemas” de Ben Sahl de Sevilla, y se emplazó a los miembros para la siguiente reunión.

Valencia, 26 de enero de 2010.

No hay comentarios:

Publicar un comentario