"Contrapunto" de Aldous Huxley
Viernes, 13 de Junio de 2014
18 horas
Biblioteca Gregorio Mayans
Novela
del período de entreguerras, publicada en 1928.
Es la cuarta novela del autor,
y se inspira en Los monederos falsos
(1926) de André Gide.
Escrita
en Italia, al regreso de su primera vuelta al mundo desde India a Estados
Unidos.
Al año siguiente se trasladaron a vivir a Francia.
La
trama argumental es un poco difícil de resumir porque hay muy poca acción, en
realidad, en la novela, y está toda concentrada al final.
Es
la historia de los distintos encuentros de una serie de personajes ingleses en
mansiones, bares, restaurantes y su intercambio de ideas, sus discusiones
intelectuales que discurren paralelas a sus propias vidas, que se van
entrecruzando.
Hay
un asesinato, la muerte de un niño, infidelidades diversas... todo simultáneo.
Los
temas tratados básicamente son la moral y la verdad; y a partir de ésta, la
religión y la filosofía.
El
papel del intelectual en el mundo moderno, y la creación artística.
La Moral
“El chofer
indio volvió hacia ellos un rostro sonriente. Veían el brillo de sus dientes.
-¡Perro!
-dijo.
Estaba
orgulloso de su conocimiento de la lengua inglesa.
-¡Pobre
animal! -exclamó Elinor estremeciéndose.
-Él ha tenido
la culpa -dijo Philip- por no abrir los ojos. Esto es lo que se saca con andar
detrás de las hembras de la propia especie.
Se hizo un
silencio. Philip fue quien no tardó en romperlo.
-La moral
-reflexionó en voz alta- sería muy curiosa si nosotros amáramos
periódicamente
en vez de hacerlo de enero a enero. Lo moral y lo inmoral variarían de un mes a
otro. Las sociedades primitivas tienden a vivir más conforme a las estaciones
que las cultivadas. En Sicilia mismo hay el doble de nacimientos en enero que
en agosto. Lo cual prueba, concluyentemente, que en la primavera la fantasía de
los jóvenes... Pero en ninguna parte ocurre únicamente en primavera. No hay en
lo humano nada absolutamente análogo al celo de las perras y las yeguas.
Excepto -añadió-, excepto acaso en la esfera moral. La mala reputación de una
mujer atrae como los signos de celo de una perra. La mala fama la anuncia como
accesible. La ausencia del celo es, en el animal, el equivalente de los hábitos
y principios de la mujer casta...
Elinor
escuchó con interés y al mismo tiempo con una especie de horror. El mero
atropello de un desgraciado animal bastaba para poner en movimiento aquella
inteligencia viva e infatigable. Las ruedas del coche habían roto el espinazo
de un pobre perro paria, muerto de hambre, y esto le evocó a Philip un extracto
de las estadísticas de la natalidad en Sicilia, una especulación acerca de la
relatividad de la moral, una brillante generalización psicológica. Era
divertido, era inesperado, era maravillosamente interesante; pero, ¡ay!, Elinor
sintió ganas de gritar...”
La investigación de la Verdad
“Es incomparablemente
más fácil saber muchas cosas, por ejemplo, acerca de la historia del arte y
tener ideas profundas acerca de la metafísica y de la sociología, que saber intuitiva
y personalmente algo acerca de nuestros semejantes, y llevar relaciones satisfactorias
con nuestros amigos y nuestras amantes, nuestra mujer y nuestros hijos.
Vivir es
mucho más difícil que el sánscrito, la química o la economía política. La vida intelectual
es un juego de niños; lo cual explica el que los intelectuales tiendan a convertirse
en niños, y luego en imbéciles, y finalmente, como claramente demuestra la
historia política e industrial de los últimos siglos, en lunáticos homicidas y
bestias salvajes. Las funciones reprimidas no mueren; se deterioran, degeneran,
retrogradan al estado primitivo. Pero, entretanto, es mucho más fácil ser un
niño intelectual, o un lunático, o una bestia, que un hombre adulto y
armonioso. He ahí por qué, entre otras razones, existe tanta demanda de
educación superior. Las gentes se abalanzan hacia los libros y las
universidades como hacia los cafés. Quieren ahogar su conciencia de las
dificultades que presenta el vivir adecuadamente en este grotesco mundo contemporáneo:
quieren olvidar su deplorable insuficiencia en el arte de la vida.
Algunos ahogan
sus penas en alcohol, mientras que otros, todavía más numerosos, las ahogan en
los libros y en el diletantismo artístico; algunos tratan de olvidarse a sí mismos
por medio de la fornicación, el baile, el cinematógrafo, la radiotelefonía; otros,
por medio de conferencias y ocupaciones científicas. Los libros y las
conferencias son mejores para ahogar las penas que la bebida y la fornicación:
no dejan dolor de cabeza, ni aquella desesperante sensación del post coitum
triste. Hasta hace muy poco, he de confesarlo, he tomado muy en serio el saber,
la filosofía, la ciencia: todas las actividades que catalogamos con
grandilocuencia bajo el título de la "Investigación de la Verdad". Yo
consideraba la
Investigación de la
Verdad como la más alta de las tareas humanas, y a los
Investigadores como los más nobles de los hombres. Pero hace aproximadamente un
año comencé a ver que esta famosa Investigación de la Verdad es simplemente una
diversión, una distracción como cualquier otra, un sustitutivo un tanto
refinado y elaborado de la verdadera vida; y que los Investigadores de la Verdad llegan a ser
justamente tan idiotas, infantiles y corrompidos, a su manera, como los
borrachines, los estetas puros, los negociantes y los partidarios de la Buena Vida, a la suya.
Me he dado cuenta también de que la Investigación de la Verdad no es sino un nombre
cortés para designar el pasatiempo favorito de los intelectuales: la
sustitución de las complejidades vivientes de la realidad por simples y, de
consiguiente, falsas abstracciones. [...]
¿Llegaré a
tener jamás la fuerza de espíritu suficiente para romper con estos hábitos
indolentes del intelectualismo y consagrar mis energías a la tarea, más seria y
difícil, de vivir integralmente? Y aun cuando me esforzara por deshacerme de
estos hábitos, ¿no llegaría a descubrir que la herencia se halla en su base y
que yo soy congenitalmente incapaz de vivir total y armoniosamente?" (reflexiones
de Philip Quarles)
Y
el contrapunto Rampion:
“Esta verdad
no humana que los científicos tratan de penetrar con sus intelectos, nada tiene
que ver con la existencia humana ordinaria. Nuestra verdad, la verdad humana
que nos interesa, es algo que se descubre viviendo, viviendo completamente, con
la totalidad del ser. Los resultados de sus placeres, Philip, todas estas
famosas teorías acerca del cosmos y sus aplicaciones prácticas no tienen
absolutamente nada que ver con la única verdad que nos importa. Y la verdad no
humana no solamente nos es extraña, es también peligrosa. Distrae la atención
de las gentes de las importantes verdades humanas. Les hace falsificar sus
experiencias a fin de que la realidad vivida se conforme a la teoría abstracta.
Por ejemplo, es una verdad no humana establecida, o al menos estaba establecida
en la época de mi juventud, el que las cualidades secundarias no tienen existencia
real. El hombre que admita esto seriamente se niega a sí mismo, destruye toda
la armazón de su vida como ser humano. Porque ocurre que los seres humanos se hallan
constituidos de tal modo, qué las cualidades secundarias son, para ellos, las únicas
reales. Si usted las niega se suicida.
-Pero en la
práctica -dijo Philip- nadie las niega.
-Completamente,
no -concedió Rampion-. Porque no es posible. El hombre no puede abolir
completamente sus sensaciones y sus sentimientos sin aniquilarse físicamente a
sí mismo. Pero puede despreciarlos después del hecho. Y, de hecho, eso es lo que
hace un gran número de personas inteligentes y cultivadas: despreciar lo humano
en interés de lo no humano. Su móvil difiere del de los cristianos: pero el
resultado es el mismo. Una especie de autodestrucción. Siempre lo mismo
-continuó con una súbita explosión de cólera en la voz-. A cada tentativa de
ser algo mejor que humano, el resultado es siempre el mismo. Muerte, una forma
u otra de muerte. Trata uno de ser más de lo que es por naturaleza, y lo que
hace es matar algo en sí mismo y convertirse en mucho menos. Estoy hasta la
médula de todas esas necedades acerca de la vida superior, el progreso moral e
intelectual, el vivir para el ideal y demás cosas por el estilo. Todo eso
conduce a la muerte.”
La intelectualidad y el mundo moderno
(capitalismo industrial versus comunismo bolchevique), la novela, el escritor,
la idea: ya bastante avanzada la novela Huxley usa la técnica de introducir
notas escritas por el propio personaje, escritor (Philip, alter ego de Huxley):
"La musicalización de la novela. No a la
manera simbolista, subordinando el sentido al sonido. (Pleuvent les bleus
baisers des astres taciturnes. Mera glosolalia.)
Pero sí en
gran escala, en la construcción. Meditar sobre Beethoven. Los cambios, las bruscas
transiciones. (La majestad alternando con la broma, por ejemplo, en el primer movimiento
del cuarteto en si bemol mayor. La comedia sugiriendo de súbito solemnidades
prodigiosas y trágicas en el scherzo del cuarteto en do sostenido menor.)
Más
interesantes aun las modulaciones no solamente de un tono al otro, sino de modo
a modo. Se expone un tema: luego se desarrolla, se cambia, se deforma
imperceptiblemente hasta que, aunque permaneciendo reconociblemente el mismo,
se ha hecho totalmente diferente. En las series de variaciones, el
procedimiento se lleva un paso más allá. Por ejemplo, esas increíbles
variaciones de Diabelli. Toda la extensión del pensamiento y de la emoción, y,
no obstante, en relación orgánica con un ligero y ridículo aire de vals. Poner
esto en una novela. ¿Cómo? Las transiciones bruscas no presentan ninguna
dificultad. Todo lo que se necesita es un número suficiente de personajes y de
intrigas paralelas, argumentos de contrapunto. Mientras Jones asesina a su
esposa, Smith empuja el cochecillo de niño en el parque. Se alternan los temas.
Más
interesantes, las modulaciones y variaciones son también más difíciles. El novelista
modula reduplicando las situaciones y los personajes. Muestra varios personajes
enamorados, o muriendo, o rezando, de modos diferentes: disimilitudes que
resuelven el mismo problema. O, viceversa, personajes símiles confrontados con problemas
disímiles. De esta suerte se puede modular de modo que se presenten todos los
aspectos del tema, se pueden escribir modulaciones en cualquier número de modos
diferentes. Otro procedimiento: el novelista puede arrogarse el privilegio
divino de creador y considerar los acontecimientos de la historia en sus varios
aspectos: emocional, científico, económico religioso, metafísico, etc. Modulará
de uno al otro; por ejemplo, del aspecto estético al aspecto psicoquímico de
las cosas, del religioso al psicológico o al financiero. Pero acaso sea esta
una imposición demasiado tiránica de la voluntad del autor. Algunos pensarán
así. Pero ¿debe permanecer el autor tan en último plano? Yo creo que
actualmente somos demasiado escrupulosos en cuanto a estas apariciones personales."
"La novela de ideas. El carácter de cada
personaje debe hallarse indicado, en tanto sea posible, en las ideas de las
cuales se hace portavoz. Dentro del límite en que las teorías son
racionalizaciones de sentimientos, instintos, disposiciones de alma, esto es
factible. [...]
Huxley
intenta introducir el efecto del contrapunto musical en la novela, intercalando
voces, situaciones, historias, e incluso maneras de pensar, sentir y vivir, que
presenta de una manera simultánea, y sobre todo, armoniosa.
De
esta manera, consigue presentar la controversia de la sociedad del periodo de
entreguerras.
En
la música, el contrapunto es una técnica de composición que consiste en
escribir varias melodías o voces independientes y superpuestas, para que se
oigan simultáneamente. El término proviene del latín punctus contra punctus, es decir, nota contra nota (en el canto
gregoriano de la Edad Media
las notas se escribían como puntos). En la literatura, es la simultaneidad de
planos distintos presentados a la vez; hay simultaneidad de tiempos, lugares y
personajes sin prevenir al lector.
La
música está presente en toda la novela. Empieza y termina con un fondo musical
concreto y descrito con detalle. Al principio suena Bach, en una típica fiesta
de clase alta londinense, como una fuerza liberadora que arrastra al hombre a
otra dimensión (Lord Tantamount es literalmente arrastrado desde su despacho al
salón de la fiesta), y al final, Beethoven, en casa de Spandrell, como prueba
de la existencia de Dios.
La
creación musical se presenta como lo más alto, lo más noble y lo más digno que
pueda producir el espíritu humano. Y en ambas piezas existe contrapunto.
El autor nos presenta la controversia del espíritu de su sociedad a través de los
comportamientos y diálogos de una serie de personajes, un grupo de jóvenes
europeos, miembros de una élite intelectual y social.
La
mayoría de ellos vive de sus rentas, y además escriben, pintan, son
periodistas, escritores, políticos, congresistas, científicos. Consideran el
trabajo como un castigo embrutecedor y alineador de la especie humana.
- Ilich y Rampion: son dos personajes de origen humilde que han desarrollado personalidades en contrapunto. Mientras Ilich siente rabia y frustracion por la clase económicamente superior a la que ha accedido por su esfuerzo intelectual, Rampion florece en paz en ese mundo al que ha accedido por su matrimonio. Ilich termina cometiendo un asesinato “político” contra las ideas conservadoras y ferozmente capitalistas (Wembley) y Rampion es un artista productivo y marido feliz.
- Lord Tantamount y su hija Lucy: el primero es un científico excéntrico que sólo piensa en sus experimentos y en la música, y su hija es una chica materialista, sensual, que sólo piensa en su propio placer. Son dos obsesiones enfrentadas.
- Rampion y Philip Quarles son dos intelectuales que escriben y pintan. Sin embargo Philip se refugia en lo intelectual y no funciona emocionalmente, y Rampion, por el contrario, cree que el intelecto debe marchar unido a las intuiciones y los sentimientos para formar seres humanos completos. Son dos maneras distintas de enfrentar la vida creativa.
- Walter se enamoró de Marjorie porque apuesta por el amor espiritual, sin embargo es seducido por la sensualidad de Lucy.
Spandrell e Ilich matan a Everad Webley,
político fascista; el primero para experimentar las consecuencias del mal en su
vida, y el segundo por su odio a la clase dominante. Sangre fría por parte de
Spandrell, culpabilidad y desasosiego por parte de Ilich. Spandrell decide
matarse, ofreciendose a sus verdugos con una puesta en escena muy trabajada,
para demostrar su teoría intelectual a su amigo Rampion, con fondo musical de
Beethoven.
Spandrell, Quarles y Rampion son como
tres facetas que se contraponen estando unidas por el pequeño universo social
que integran, y por la muerte: de Webley (asesinado por Spandrell), el hijo de
Quarles y Elinor (amante de Webley) y Spandrell (ejecutado por los acólitos de
Webley en presencia de Rampion).
- Mark Rampion está basado en el escritor inglés D.H. Lawrence, gran amigo de A. Huxley. Lo presenta como un ser armónico, equilibrado, humano. Todo en el es admirable: la relación con su mujer, Mary, sus reflexiones sobre la condición humana, etc. Se caracteriza por la libertad de juicio, su capacidad para tomar distancia ante los hechos sin perder de vista su compromiso con el mundo. Es un humanista.
“El hombre no
puede abolir completamente sus sensaciones y sentimientos sin aniquilarse
físicamente a sí mismo. Pero puede despreciarlos...”
“Abandónense
los instintos a sí mismos y se verá que hacen muy poco daño...”
“No es el
instinto de posesión lo que ha enloquecido a la civilización moderna acerca del
dinero. Ese instinto tiene que ser estimulado artificialmente sin cesar por la
educación, la tradición y los principios morales. [...] Tiene que ser
constantemente estimulado por la imaginación y la inteligencia.”
- Philip Quarles es (contrapunto) el intelectual (alter ego de Huxley) incapaz de expresar sus emociones, con una gran capacidad de análisis. Su mujer le es infiel porque no siente su amor, su padre está a punto de morir, su hijo muere por una repentina enfermedad. Todo a su alrededor es muerte porque el ha matado su parte humana para intentar ser algo más que un cuerpo humano.
“El instinto
de adquirir comporta, a mi ver, más perversiones que el instinto sexual. [...]
... porque en las cuestiones sexuales es posible la satisfacción fisiológica,
mientras que no existe en lo referente al dinero.”
- Spandrell, joven complicado que no acepta el segundo matrimonio de su madre. Es sarcástico y, a veces, cínico, buscando salir de un aburrimiento existencial que lo paraliza. Llega al extremo de matar, por experimentar si encuentra placer o algún sentimiento (remordimiento, culpa), y al no hallarlo decide poner fin a su vida. Disfruta corrompiendo la pureza (chicas jóvenes y vírgenes, idealistas feroces como Illich). Es un hombre torturado con un alma insatisfecha.
Los personajes
femeninos: Elinor Quarles, Marjorie, Mary Rampion, Lucy Tantamount, son mujeres
fuertes e independientes.
En el aspecto formal el contrapunto se
percibe cuando el narrador intercala con estudiada naturalidad diálogos,
reflexiones que se presentan como monólogos, descripciones, notas de trabajo de
Philip, etc. Varios puntos de vista.
Los diálogos son largos, fríos y sesudos.
Vemos contrapunto en la sucesión de los
temas.
Los largos diálogos o monólogos a través de los que los personajes exponen sus puntos de vista, mientras permanecen sentados simplemente en los salones donde se reúnen acerca la novela al estilo ensayo, y hace difícil su lectura. La escasa acción, o más bien, su concentración al final, y la simultaneidad en el tiempo y en el espacio de las diferentes escenas descritas, unida al gran número de personajes con voz hizo a muchos abandonar y no terminar de leer, por esta vez, la obra de Huxley. Otros reconocieron haber disfrutado con la riqueza y profundidad de las reflexiones del autor a través de sus personajes.
Tal vez después de esta reunión algunos se animen algún otro día a leer "Contrapunto"