Viernes, 8 Junio 2012
El Club de Lectura "La Torre" se reunió en la Biblioteca Joan Churat i Saurí a las 18:30, para compartir las reflexiones de su última lectura del Programa 2012 Malas Calles.
Esta vez hemos vivido en un Londres inundado por el escritor J. G. Ballard en su novela, publicada
en Estados Unidos en1962.
Antes
de El mundo sumergido escribió varios
cuentos en la revista británica New World.
Se
dice que inundó el planeta con El mundo
sumergido (1962), lo hizo árido con La
sequía (1964), y lo congeló con El
mundo de cristal (1966).
Sus
novelas apenas se parecían a la ciencia ficción convencional.
Para
Ballard los cuatro elementos significan: el agua el pasado, la arena el futuro,
el cemento el presente y el cristal la eternidad.
Ballard
tuvo una infancia novelesca, fracasó en la Universidad y alimentó su literatura
con dos ingredientes: las catástrofes naturales y la desmesurada evolución
tecnológica de la sociedad occidental.
La novela transcurre en un mundo en el que los casquetes polares se han derretido y la superficie de la
Tierra está cubierta por mares, lagos y junglas.
Las
temperaturas medias han subido.
La
población humana ha disminuido, pues el aumento de la radiación solar ha reducido
la fertilidad de la mayor parte de las especies de mamíferos.
Está ambientada en Londres y sus alrededores, convertida en un pantano.
Se trata de un
mundo distópico, en el que el hombre camina hacia la involución y los lagartos
vuelven a ocupar el espacio de otras eras.
La
vuelta a un pasado neurónico, representado en los sueños.
El
mundo onírico, surrealista.
Podría ser una visión de la muerte y la aceptación de ese destino, o al contrario. Algunos miembros del CL ven en el personaje principal, Kerans, la aceptación de la muerte y su preparación a ella, representado en su huida al Sur; mientras, los personajes que se dirigirán al Norte, en la novela, representan las ganas de sobrevivir y seguir luchando.
Nos planteamos si se trataría de la muerte o la involución, porque sobrevivir significa adaptarse a los cambios.
El tiempo cronológico representa la vida, y es una constante su representación icónica en la novela, como recurso formal reiterativo. Pero, es un tiempo que responde también a un concepto estético: los relojes deformados, pastosos, parados en un minuto eterno...
También el agua es la vida, y el escritor juega constantemente con su presencia, ausencia... y sus significados. Kerans se sumerge y siente el calor viscoso de las aguas, se mueve por edificios deformados por los lodos y la vegetación, penetra en el hemisférico-planetario (símbolo del útero materno), y desea dejar de respirar, pero es rescatado sin llegar a saber si estaba sucumbiendo a un deseo de suicidio o habían intentado asesinarle.
También está el vaciado de la laguna, para el saqueo de los tesoros que esconde en el interior de los edificios de la ciudad sumergida por los "bárbaros", supervivientes de este nuevo mundo caliente e inundado.
Ballard
era un surrealista, y en su obra no debe buscarse planteamiento, nudo y
desenlace; si bien hay una presentación de los personajes dentro de su
ambiente, con una descripción, a veces, fotográfica o cinematográfica de los
mismos. Nos muestra los detalles del maquillaje o del atuendo.Tiene un argumento y estructura muy simples, pero
de una gran potencia imaginativa.
Los
personajes más importantes son Kerans, Beatrice y Strangman. A los que
podríamos añadir a Boodkin, Riggs y algún otro.
- Kerans,
protagonista principal. Es miembro de una expedición que estudia la fauna y la
flora de esta nueva era Triásica. Solitario,
huye de sí mismo y los restos de humanidad que pululan a su alrededor
(edificios sumergidos, hoteles ocupados por la maleza...) Se da cuenta
de la inutilidad de sus tareas científicas, y acaba por abandonarlas, abrumado
por los sueños que le sumergen en un mundo irracional.Termina
cediendo ante las llamadas de su psique primitiva, y decide encaminarse solo
hacia el Sur, como una meta inalcanzable.
- Beatrice
Dahl representa un estado de estupefacción lánguida, sensual y excéntrica,
de incapacidad para abandonar un modo de vida lujoso y despreocupado.Es la nieta de
un millonario y su apartamento londinense es un refugio opulento, que se niega
a abandonar.
Es un ser
pasivo, casi vegetativo, admirado y secretamente deseado en la distancia por
los personajes masculinos.
- Strangman,
un albino al mando de un barco y una insólita tripulación de negros y mestizos;
todos ellos dedicados al saqueo de los restos anegados de la civilización.
Representa lo
más salvaje, desatado cuando ha colapsado el mundo civilizado (con ecos de El señor de las moscas de W. Golding);
pero, al mismo tiempo, subsiste una fascinación por los tesoros arqueológicos
de una civilización extinta.
Es un relato
de prosa densa y minuciosa en sus descripciones del entorno y las sensaciones y pensamientos de los personajes.
Crea un
universo singular con una imaginación visual portentosa, de una riqueza,
colorido y plasticidad deslumbrantes, que se sustenta sobre un estilo de
adjetivación muy densa y abundantes motivos icónicos tomados de la fauna y
flora tropical, con resonancias artísticas y mitológicas.
Recurre a
menudo a comparaciones, con capacidad evocadora y carga sensual.
Conclusiones
y opiniónes personales
El mundo sumergido narra el retorno a lo
salvaje de un hombre atormentado.
Es un relato con poca trama.
Un retorno a
la conciencia primigenia y colectiva, muy en la línea del psicoanálisis de C.
G. Jung.
Los personajes
sufren sueños, a través de los cuales sus mentes descienden a los profundos
abismos del remoto pasado biológico de la humanidad.
La obra nos
plantea preguntas, y no pretende ser coherente. Las respuestas son difíciles.
El final
resulta bastante desconcertante, pues Kerans decide hundirse cada vez más en el
mundo anegado, en busca de los “paraísos olvidados del sol renacido”. Esto le
llevará a la muerte.
La tarea de
Kerans es surrealista, en busca de una verdad psíquica. Se aparta
progresivamente de la racionalidad, para identificarse con el mundo que
evoluciona hacia un primitivismo desaforado, un regreso a la naturaleza primitiva,
hacia el protozooismo.
El sentido del
relato de Ballard y del comportamiento de sus personajes sólo puede entenderse
en un mundo transformado y anómalo, cuya racionalidad se ha desvanecido.
Esta novela nos ha llevado a hacernos muchas preguntas, y también hemos hecho un pequeño repaso de los mundos y ciudades compartidos hasta ahora en nuestras lecturas: la ciudad segmentada en compartimentos estancos de Faciolince (Angosta), la violenta e inabarcable definida por la noche y la oscuridad (la New York de Delillo en Cosmópolis), el mundo del miedo sugestionado y el negocio del miedo en el que se basa el mundo actual (Rosa en El país del miedo), el mundo controlado obligado a ser feliz por medio de la prohibición de pensar que quema los libros (Fahrenheit 451 de Bradbury), que leímos cerca del Día Mundial del Libro, y El mundo sumergido de Ballard.
Ahora nos despedimos hasta después del verano, pero volveremos el viernes 19 de octubre, a las 18:30 para compartir la novela de George Orwell, 1984.