El viernes 27 de abril 2012 se ha reunido El Club de Lectura "La Torre" para compartir la cuarta lectura del Programa 2012 "Malas Calles".
La reunión ha comenzado conociendo a un nuevo miembro que quiere formar parte del Club de Lectura.
Nuestra
lectura compartida hoy es la primera novela del escritor y guionista de cine y televisión,
Ray Bradbury (Illinois, 1920):
Fahrenheit 451. Escrita en 1953 y publicada inicialmente por capítulos en la nueva revista
Playboy.
Concebida
para criticar la censura de libros en EE.UU por el “Macarthismo” del senador
Joseph McCarthy, y la quema de libros en la Alemania Nazi en 1933, además del
lanzamiento de las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, y el tipo de
sociedad que se intentaba imponer, cuando había que ser feliz a toda costa y
conservar la ilusión de que el mundo era maravilloso y la vida agradable era el
único y verdadero objetivo a preservar.
La novela narra la
vida en una sociedad donde está prohibido leer y tener libros, para que todo el
mundo sea feliz.
Los
bomberos son los encargados de mantener el orden, y queman las casas donde hay
libros.
Montag
es un bombero feliz hasta que conoce a Clarisse, una joven “loca” porque le
gusta pensar, y “contagia” a éste cuando empieza a dudar sobre su felicidad.
Así empieza la aventura, su enfrentamiento a esa sociedad por la defensa de la
libertad.
El tema principal es la
libertad y la felicidad, además de otros: la televisión, la publicidad...
Describe
una civilización esclavizada por los medios, los tranquilizantes y el
conformismo.
Es
una sociedad que adoctrina a sus ciudadanos desde el nacimiento para que sean
felices, y cuando éstos se desprograman envía a unos técnicos-enfermeros para
que te hagan un resert.
Ser
feliz es la obligación de todo buen ciudadano, todo el mundo deber ser igual a
los demás y no pensar más allá de lo dictado por el Gobierno a través de los
medios de comunicación (publicidad, realities, televisión interactiva). Los
libros nos hacen diferentes porque nos hacen pensar por nosotros mismos, y ello
angustia al ser humano, porque le hace dudar sobre su felicidad. Las personas
que piensan son “locos” y “antisociales”, y deben ser perseguidos y eliminados
(como virus).
La
novela se estructura en 3 capítulos, que desarrollan la historia en los tres
aspectos básicos o fundamentales que debe tener todo discurso: planteamiento,
nudo y desenlace.
- La estufa
y la salamandra, donde introduce los rasgos más característicos de esta
civilización (pensada por el autor como hacia finales del siglo XX). Nos cuenta
el estado de las cosas y un personaje que va a cambiar por la interacción con
otros.
- El tamiz
y la arena. Es la parte central de la historia, donde el personaje descubre
la inmensidad del mundo encerrado en los libros y todo lo que hay fuera, la
historia del pensamiento y las posibilidades abiertas. Descubre que una vida es
demasiado corta para ser desperdiciada en el deber de ser feliz al modo
establecido.En
una ocasión, cuando niño, se había sentado en una duna amarillenta junto al
mar, bajo el cielo azul y el calor de un día de verano, tratando de llenar de
arena una criba, porque un primo cruel había dicho: «Llena esta criba, y
ganarás un real.» Y cuanto más aprisa echaba arena, más velozmente se escapaba
ésta produciendo un cálido susurro. Le dolían las manos, la arena ardía, la criba
estaba vacía. Sentado allí, en pleno mes de julio, sin un sonido, sintió que
las lágrimas resbalaban por sus mejillas.Ahora,
en tanto que el «Metro» neumático le llevaba velozmente por el subsuelo muerto
de la ciudad Montag recordó la lógica terrible de aquella criba. Bajó la mirada
y vio que llevaba la Biblia abierta. Había gente en el «Metro», pero él
continuó con el libro en la mano, y se le ocurrió una idea absurda: «Si lees
aprisa y lo lees todo, quizá una parte de la arena permanezca
en la criba.» Pero Montag leía y las palabras le atravesaban y pensó: «Dentro
de unas pocas horas estará Beatty y estaré yo entregándole esto, de modo que no
debe escapárseme ninguna frase. Cada línea ha de ser recordada. Me obligaré a
hacerlo.» Apretó el libro entre sus puños.
Tocaron
las trompetas.
«Dentífrico
Denham.»
«Cállate
-pensó Montag-. Considera los lirios en el campo.»
«Dentífrico
Denham.»
«No
mancha ... »
«Dentífrico
... »
«Considera
los lirios en el campo, cállate, cállate.»
«¡Denham!»
Montag
abrió violentamente el libro, pasó las páginas y las palpó como si fuese ciego,
fijándose en la forma de las letras individuales, sin parpadear.
«Denham.
eletreando: D-e-n ... »
«No
mancha, ni tampoco...»
Un
fiero susurro de arena caliente a través de la criba vacía.
- Fuego
brillante es el desenlace de esta historia. El personaje abandona su
oficio, su casa, su ciudad y huye perseguido por esa civilización de la que ya
no es parte. Busca
la compañía de otros como él, intelectuales que tratan de preservar la historia
del pensamiento contenida en los libros, gracias al poder de sus memorias.
En
el desenlace de la historia no puede faltar la persecución televisada en
directo y la aniquilación del rebelde por la fuerzas del orden establecido.
Hay un personaje principal, que va a experimentar un cambio fundamental a lo largo de la historia.
- Montag
es el personaje principal o protagonista de esta historia. Es un bombero que
siente placer realizando su trabajo: Era
un placer quemar.
Era
un placer especial ver cosas devoradas, ver cosas ennegrecidas y “cambiadas”. Este
personaje piensa, y ello le llevará a cuestionarse sus principios y forma de
vida. Se hace preguntas y busca respuestas, y cree que las encontrará en lo que
está prohido: los libros.
- Mildred/Clarisse
son la joven esposa y la joven loca. Son como las dos caras de la mujer: la
conservadora y superficial conformista con el sistema y la atrevida joven
sentimental, inconformista antisistema. Mildred
tira del personaje hacia la derecha y C. hacia la izquierda, como los dos
hemisferios del cerebro.
- Beatty
es el jefe de bomberos, inteligente y leído, que cree en los principios del
régimen, porque la reflexión no lleva más que a la depresión y la angustia
existencial. Apoya su
doctrina en citas de autores de libros, prohibidos y quemados. Dice que los
libros asemejan una forma de pensar individualista que siembra la discordia en
los hombres, por lo que deben ser erradicados para que todos sean felices.
- Faber Antiguo profesor de
literatura, amante de los libros pero con escaso valor para hacer algo, ayuda a
Guy a comprender la importancia de los libros para el libre pensamiento en la
sociedad.
- Sabueso
es la máquina devoradora y letal, la fuerza inhumana que tiene sometido el
libre pensamiento. Siempre amenazadora, siempre alerta. La Ley.
- Otros
personajes: el grupo de las amigas de Mildred, los intelectuales rebeldes
exiliados en el bosque (como los maquis) fuera de la ciudad-civilización. Son
los aspectos contrapuestos de una sociedad.
Bradbury
utiliza un lenguaje muchas veces poético y lleno de metáforas, pero al mismo
tiempo ofrece unos diálogos ágiles y directos y una secuencia de escenas de
acción que mantienen todo el tiempo la atención del lector. La historia no
decae en ningún momento en reflexiones tediosas y académicas de ningún
personaje.
La forma en
que utiliza el lenguaje lo hace mantenerse actual, y lo ha convertido en un
clásico de la ciencia ficción.
Describe un
estado policial en el que se persigue y elimina a todo aquel “antisocial” y
“loco” que tiene libros y lee, porque piensa y no es feliz, y no rinde en su trabajo.
En esta
civilización donde la lectura está absolutamente prohibida, charlar, pasear o
cualquier otra actividad que induzca al pensamiento está mal vista. Tan sólo
está permitido y fomentado desplazarse a toda velocidad en automóviles
potentes, y la televisión.
Pero, si
algunos científicos definen la felicidad como la ausencia de miedo en un estado
policial es imposible ser feliz, porque todo el mundo es sospechoso. Todo el
mundo debe tener cuidado y demostrar que es feliz, lo que genera una tensión
creciente y una inseguridad constante.
Cuando alguien
hace preguntas o describe una sensación provoca una crisis en los otros: cuando
Clarisse frota el diente de león en la barbilla de Montag o cuando éste lee una
poesía a las amigas de Mildred, y una de ella estalla en llanto.
El mundo tiene
miedo a experimentar sensaciones nuevas y querer compartirlas, a ser original.
Es más fácil repetir frases hechas y tener reacciones idénticas a otros frente
a un mismo estímulo, reacciones para las que somos adiestrados desde la
infancia.
El cambio de
Montag es lo que le da el sentido a la novela, mostrando al lector un ideal de
mundo utópico
cuando el verdadero es distópico donde el pueblo ha puesto en manos de sus dirigentes
una de las decisiones sociales e incluso filosóficas más grandes para el
hombre, planteada incluso desde el Génesis
bíblico: ¿He de pensar o de ser feliz?. Montag no puede contenerse y
desafía este régimen, mostrando su individualismo y curiosidad por medio de los
libros, por los cuales empezó a sentir una tremenda fascinación; pese a sus
esfuerzos por convencer a la gente que lo rodea, ve que no puede convencer a
aquella gente atrapada en esa felicidad provisional, por lo que se convierte en
fugitivo. Su historia queda inconclusa, pero dando la esperanza de su futura
victoria.
En esta nueva
sociedad, ahora sí utópica, que parece germinar en estos grupos “antisistema”,
las personas pasan a ser los libros que memorizan para que vuelvan a ser
imprimidos. Son los hombres libro, curiosamente muy parecidos a los actuales
ebook, máquinas reproductoras.
Según uno de
los personajes del libro, Faber, las tres condiciones necesarias para conseguir
la libertad son: calidad de información, ocio para asimilar la información y
derecho a emprender acciones basadas en lo que aprendemos, por la interacción o
por la acción conjunta de las dos primeras condiciones.
El autor
ofrece un final esperanzador, salvando al personaje rebelde y apuntando la
recuperación de una forma de vida más intelectual; si bien, sacrificando las
ventajas de igualdad de cerebros planos entregados a un hedonismo burgués.
Bradbury
frente al interrogante planteado en la historia (¿he de pensar o ser feliz?)
elige pensar, pues sólo pensando se puede alcanzar una felicidad auténtica, en
libertad.
La reunión ha terminado con el reparto de la próxima lectura,
El mundo sumergido de J. G. Ballard (1961) y el emplazamiento a los miembros del Club a la siguiente reunión, el viernes 8 de junio 2012 en la Biblioteca La Torre, para compartirla.