18:00 Viernes 17
Herejes de Leonardo Padura
Biblioteca Palacio de la Exposición
Retomamos la buena costumbre de compartir las lecturas, ahora en la Biblioteca del Palacio Exposición, con un nuevo grupo de Club de Lectura.
Herejes es la última
novela de Leonardo Padura (La
Habana, 1955) publicada por Tusquets en 2013. Es la última de
la saga del expolicía Mario Conde (Mantilla,
noviembre 2009-marzo 2013).
Leonardo
Padura, es un periodista y novelista cubano, galardonado con el Premio Príncipe
de Asturias 2015.
Padura
estudió Literatura Latinoamericana en la Universidad de La Habana y comenzó su carrera
como periodista en 1980. Más tarde se dió a conocer como ensayista y escritor
de guiones audiovisuales y novelista.
Su
primera novela, Fiebre de caballos,
básicamente una historia de amor, la escribió entre 1983 y 1984.
La novela empieza en 1939, cuando el S.S. Saint Louis estuvo
fondeado varios días frente a La
Habana. En él viajaban 900 judíos que tenían la esperanza de
encontrar en Cuba un lugar del que escapar de la barbarie nazi. La familia del
niño Daniel Kaminsky, que esperaba en la orilla con su tío Joseph, tenía un as
en la manga para conseguir quedarse: un pequeño lienzo de Rembrandt que había
pasado de generación en generación y con el que tenían la esperanza de comprar
a las autoridades cubanas. Pero nada salió bien, los judíos fueron enviados de
regreso a una muerte segura en Europa y el cuadro desapareció.
En 2007, un descendiente de aquellos judíos pide a Mario
Conde, ex policía, librero y a veces detective, que aclare qué ha pasado con el
lienzo, que aparece en una subasta en Londres.
Herejes es una novela sobre el dolor. El de la pérdida
de los seres queridos, el de la pérdida de la esperanza, de las ilusiones. El
dolor del desarraigo, de la frustración por no poder ser lo que se quiere.
Un relato del dolor de los judíos a lo largo de los siglos, de
la desesperación de los cubanos, de la avaricia y la desdicha.
Trata sobre un conjunto de seres que luchan contra la
dictadura en todas sus formas, que buscan la
libertad individual por encima de cualquier cosa.
Se trata de una obra compleja, con saltos temporales,
de la Cuba de la
década de los 50, a
la de los primeros años revolucionarios, pasando por el Amsterdam del XVII, con
su efervescencia pictórica y su tolerancia religiosa. También la Cuba del desencanto de la Revolución, la más
actual del 2007-2009.
Tal si se tratase de libros sagrados o de evangelios
apócrifos, Herejes se divide en cuatro partes de sonoros nombres: “Libro
de Daniel”, “Libro de Elías”, “Libro de Judith” y “Génesis”. El tiempo presente
transcurre principalmente en La
Habana y se sucede en tres de sus cuatro partes: en la
primera, en la tercera y en la cuarta, entre septiembre de 2007 y abril de
2009.
Libro de Daniel. Daniel,
el padre del gringo Elías Kaminsky, quien había llegado de Cracovia a Cuba en
1938, vivió en la isla hasta abril de 1958, cuando, intempestivamente, salió de
La Habana a
Miami junto con su esposa Marta Arnáez.
Libro de Elías. La
segunda parte de Herejes, sucede en Ámsterdam, entre 1643 y principios de 1648,
y narra lo que concierne a Elías Ambrosius Montalbo de Ávila, un
joven sefardí que en contra de los atavismos y prohibiciones del judaísmo,
clandestinamente logra, entre sus 17 y 21 años, hacerse sirviente y alumno (y
luego colega) del afamado, controvertido y gruñón Rembrandt.
Libro de Judith. La tercera parte de Herejes, ocurre básicamente en La Habana, entre junio y
agosto de 2008. Previsiblemente, Mario Conde prosigue inmiscuido en sus
devaneos íntimos y domésticos y en sus tareas de comprador-vendedor de libros
viejos y particularmente abrumado por la idea de pedirle matrimonio a Tamara.
La nota inesperada empieza a entretejerse cuando
Yadine, de 17 años, nieta del médico Ricardo Kaminsky, acude a él para que, en su papel de presunto detective privado, busque
a Judy, su amiga del preuniversitario, desaparecida hace diez días.
Génesis. La
última parte de Herejes, ocurre en La Habana, en abril de 2009, cuando el Conde recibe
de Amsterdam una larga carta de Elías Kaminsky, donde, le dice, en un
mercadillo de pulgas recién se halló una serie de apuntes gráficos de un
estudiante de pintura del siglo XVII, en cuya “portadilla de cuero del
cuaderno, muy maltratadas por el tiempo, aparecían grabadas las letras E.A.” Y,
entre varias obras, el pedazo final de una carta que “E.A.” (Elías Ambrosius)
le dirigió a Rembrandt, donde además de las matanzas de judíos, le habla de un
rabino, sobreviviente en Zamosc, al que le pidió que le llevara a Rembrandt,
residente en Ámsterdam, el lienzo donde éste lo retrató encarnando la figura de
Cristo.
A través de
los personajes, la obra analiza más y mejor que otras anteriores de la serie la
situación de Cuba y la pérdida progresiva de toda esperanza.
Mario Conde, el detective cubano
expolicía. Desengañado y cínico.
“A sus 54 años cumplidos Conde se sabía un
pragmático integrante de la que años atrás él y sus amigos calificaran como la
generación escondida, los cada vez más envejecidos y derrotados seres que, sin
poder salir de la madriguera habían evolucionado, (involucionado, en realidad)
para convertirse en la generación más desencantada y jodida dentro del nuevo
país que se iba configurando. (...) Apenas les quedaba el recurso de resistir
como sobrevivientes”.
Elías Kaminsky, un judio neoyorquino,
artista, grandote y honesto que quiere saber qué pasó con el lienzo y, aunque
no lo confiese, quién se lo quedó y mandó a sus abuelos y a su tía Judith a la
muerte.
Daniel Kaminsky, es el padre de Elías,
que vive en la Cuba
de los 50 y termina emigrando a Miami después de la Revolución.
Rembrandt
Elias Ambrosius, antepasado de los
Kaminsky, que aprende a pintar con El Maestro Rembrandt en la Amsterdam del siglo
XVII, enfrentándose a la comunidad judía. Sirve como modelo para el lienzo que
buscará después Elías Kaminsky.
Judith Torres, la adolescente emo de la Cuba del 2008, cuya trágica
muerte enlaza con la historia del lienzo.
Yadine Kaminski y el resto de jóvenes
cubanos de la Cuba
del siglo XXI
Además, los
amigos del Conde (el Flaco Carlos, el Conejo, Candito el Rojo y Andrés, quien
vive en Miami hace casi 20 años) y su novia Tamara, su perro callejero Basura
II...
Novela histórica, social y policíaca. Escrita en tercera persona, es
decir, que hay un narrador que identificamos con el propio detective Conde en
las partes de la Cuba
actual, y con Elías A. en la parte de Amsterdam del siglo XVII.
Nos muestra con crudeza y realismo lo peor de la persecución y las
matanzas de judíos en el siglo XVII, una narración conseguida a partir de “una
exhaustiva investigación histórica y con documentos históricos de primera
mano”, en palabras del propio Padura, y nos mete de lleno en la realidad
cubana, compleja y dura.
“Herejes es la travesía de un hombre
que elige libremente su camino y lo vive por encima del rechazo social. Quizá
por ello, en estos tiempos en que los fundamentalismos ennegrecen el horizonte,
el Herejes
de Leonardo Padura es un texto obligado contra el dogmatismo, la estrechez
mental y el aburrimiento.” (Rosario Ojeda, 3/12/2015)
La trama sirve
al autor para deambular
por diversas etapas de la Cuba
supuestamente socialista y por ciertos meandros habaneros que trazan una
amalgama social que implica, críticamente, el desencanto de su generación, el
nihilismo de las nuevas generaciones y el asfixiante fracaso económico y político
de la Revolución,
con sus innumerables visos de carencias, atraso, pobreza, demagogia, corrupción
burocrática, y con las libertades acotadas y restringidas, aún en el siglo XXI.
¿Qué precio se ve obligado a pagar el hombre por ejercer su libertad
en cualquier sociedad? Esta pregunta resume la esencia de "Herejes",
la nueva e intensa novela del autor cubano Leonardo Padura, una narración en
clave de novela negra e histórica con el drama de la persecución y el exilio de
fondo.