24/10/14


 Libros con música. Jueves 23 de octubre de 2014 a las 18:30


La pianista (Die Klavierspielerin) es una novela de la escritora austriaca Elfriede Jelinek, publicada en 1983 por la editorial Rowohlt.
Publicada en español por Mondadori en 2004, a propósito de la concesión del Nobel en ese mismo año a la autora.
El director Michael Haneke llevó la novela al cine en 2001 bajo el título La pianiste, con Isabelle Huppert en el papel de Erika Kohut y Benoît Magimel en el de Walter Klemmer. Esta producción cinematográfica es una de las películas austriacas más exitosas de los últimos años a nivel internacional.

La novela narra la historia de la profesora de piano Erika Kohut, a quien su dominante madre obligó a tocar el piano y está frustrada bajo este control emocional y sexual.
El intento de Erika de vencer su timidez a través de una relación sadomasoquista con su alumno Walter Klemmer da paso y termina en la violación de Erika. 

La pianista es una de las obras más significativas de Jelinek y puede incluirse en la literatura actual que trata la relación madre-hija. La temática del adiestramiento musical de una chica por parte de una madre que busca destacar y dominar. 
La sexualidad, como ejercicio de poder de unos sobre otros, como medio para conseguir otra cosa: amor, control, dinero, dolor, placer...
La crueldad, la frustración, la insatisfacción, el rencor. La música como metáfora de comportamientos e inclinaciones humanas, para lo que la autora se sirve de algunos compositores bien conocidos: Schumann (el sumiso que busca la seguridad en la perfección técnica)-Schubert (el rebelde y sensual). La protagonista parece virar a ambos lados de ese eje con el alumno, pasando por Bach (la música culta y refinada) y la pornografía del cine X y el sadomasoquismo de su carta.

Se podría estructurar la novela en tres partes:
La primera presenta la relación madre-hija delimitada en el espacio casa, con algunas referencias a la infancia-adolescencia de la niña-alumna-practicante siempre sometida a una férrea disciplina, sin poder disfrutar nunca de los espacios abiertos.
La segunda, cuando aparece en escena el joven que representa el sexo masculino y la fuerza salvaje siempre reprimida, las pasiones. Es la irrupción de la juventud fresca y sana, aún cuando se nos presente también en espacios cerrados como los conciertos privados. La tercera, a partir de la carta que provoca el trágico desenlace, que es el resultado del encuentro de esas dos fuerzas opuestas y antagónicas: el deseo reprimido que provoca violencia.

Hay un triángulo Madre-hija-alumno, que forman un juego de fuerzas perfecto. La crueldad que domina sus instintos o pasiones.
  •  Erika Kohut, es una pianista frustrada, profesora del Conservatorio de Viena, que vive con su madre y bajo su control, a pesar de ser una mujer que ronda los 40 años.
  •  La madre dominadora y dependiente, siempre pendiente de la hija. Siempre encerrada en el hogar. Así, la casa representa los valores de la sociedad de consumo: la televisión siempre presente, el armario lleno de ropa. 
  • Walter Klemmer, el alumno joven y guapo, fuerte, sano, rubio y deportista. Representa el mundo de los sentidos, la alegría de vivir. Es un amante de la naturaleza y de la música.

Escritura densa e introspectiva. La escritora parece estar siempre a una distancia prudencial de los personajes, a los que observa, juzga, y en la mayoría de los casos, desprecia.
Descripciones sarcásticas y llenas de ironía, a través de un estilo indirecto que presenta lo que pensará u opinará “la madre” o para hablarnos de los enfermos mentales y las instituciones que los albergan, como seres cosificados (Los trastornados requieren más espacio que los humanos en versión normal, ya que no se dejan despachar con cualquier excusa y necesitan al menos un corral tan amplio como un pastor alemán de tamaño mediano.)

A través de un lenguaje directo trata de provocar al lector. Pero, también utiliza abundantemente comparaciones y metáforas para explicar todo tipo de situaciones. 
La profesora expresa sus deseos (recibirá mis instrucciones por escrito) mediante la escritura, y la autora sólo nos describe las reacciones a esa carta, utilizando la elipsis que favorece la tensión dramática.

La novela presenta un dilema moral a través del amor y el sexo. El joven alumno enamorado de su profesora se encuentra ante el dilema de satisfacer los más íntimos deseos sexuales de su amada transgrediendo lo que él considera lícito y placentero. Si se puede ser sádico con un masoquista y si eso entra dentro del juego sexual o más dentro de una actitud moral.
¿Dónde está el límite? El límite se sobrepasa cuando tengo que hacer algo contra mi voluntad, dice el señor Klemmer ironizando sobre la gravedad de la situación. 
También presenta el dilema hombre vs mujer (¡ella quiere darle instrucciones a ÉL)/amo vs esclavo/alumno vs maestra.
Y nos lo presenta en un tipo de sociedad muy rígida y formal, como la austríaca.
“La pianista” es un libro que ataca la moral establecida y ofrece un amplio mosaico de posibilidades pasionales, entre las que se encuentran el vouyerismo y el masoquismo, las relaciones de subordinación y poder...
Los personajes suelen relacionarse en espacios reducidos y mal ventilados: un cuarto de limpieza, los WC de la escuela, la casa de las Kohut, la pequeña aula de piano... donde explotan sus pasiones frustradas produciéndoles dolor y nunca placer.