26/1/10

Convocatoria Primera Sesión 2010 Club de Lectura "La Torre"

Os espero el viernes 29/01/2010 a las 18:30 en la biblioteca de La Torre, para comentar El Banquete.
He preparado una introducción a la obra de Platón, para los que necesiten refrescar lo aprendido, y así aprovechar más la lectura. También añado unas notas sobre Sócrates.
Hasta el viernes!

INTRODUCCIÓN A PLATÓN

SIGNIFICADO DEL DIÁLOGO PLATÓNICO
La cuestión que debemos plantearnos es: ¿qué pretendía Platón al escribir estos diálogos si no era expresar una doctrina, o si la velaba hasta tal punto que no tenemos certeza de cuál era su verdadero pensamiento?
Para contestar esta pregunta debemos contextualizar el diálogo platónico. Es decir, hay que buscar el significado que Platón esperaba que tuviesen los diálogos para sus receptores en el s. IV a.C.
Son “escritos de invitación”, les basta con sugerir. Son diálogos que se aproximan a las cuestiones sin dejarlas definitivamente zanjadas, incitando a la reflexión más que exponiendo un sistema total y cerrado.

INTRODUCCIÓN A PLATÓN
Platón (427-347 a.C.) fue un filósofo griego nacido en Atenas, alumno de Sócrates y maestro de Aristóteles, de familia noble y de la más alta aristocracia.
Fue fundador de la Academia de Atenas, donde estudió Aristóteles. Participó activamente en la enseñanza de la Academia y escribió sobre diversos temas filosóficos, especialmente de política, ética, metafísica y epistemología.
Las obras más famosas de Platón fueron sus diálogos.
A Sócrates lo menciona frecuentemente en los diálogos. Cuánto del contenido y de los argumentos es obra de Sócrates o de Platón, es difícil de decir, por cuanto Sócrates no dejó evidencia escrita de sus enseñanzas; esta ambigüedad es lo que se conoce como el “problema socrático”. No hay duda, sin embargo, que Platón fue influido profundamente por las enseñanzas de Sócrates.
Sus viajes al sur de Italia y a Sicilia le pusieron en contacto con los seguidores de Pitágoras, cuyas investigaciones matemáticas desempeñaron un importante papel en su desarrollo intelectual. También recibió influencias de otros filósofos, como Heráclito (el mundo está en un continuo fluir). Escribió para oponerse al relativismo de Protágoras y al modo de explicación puramente materialista adoptado por Demócrito.
Asimismo, influyó en Aristóteles, Hobbes, Descartes, Kant, Schopenhauer, Nietzsche, Heidegger, Hannah Arendt, y José Saramago, entre otros.

OBRA
Platón, a través del diálogo, propone una explicación de nuestra capacidad de aprender de esta manera: el alma adquirió los conocimientos antes de entrar en el cuerpo, y cuando aprendemos en realidad estamos recordando o que una vez supimos y olvidamos.

Su obra se puede clasificar en cuatro etapas:

1.-Primeros diálogos (de juventud). Se caracterizan por sus preocupaciones éticas. Plenamente influidos por Sócrates.
2.-Época de transición. Esta fase se caracteriza por cuestiones políticas.
3.-Época de madurez o diálogos críticos. Introduce explícitamente la Teoría de las Ideas. Destacan: El Banquete, Fedón, República y Fedro.
4.-Diálogos de vejez. En esta fase revisa sus ideas anteriores e introduce temas sobre la naturaleza y la medicina.

Las primeras obras de Platón estaban basadas en el pensamiento de Sócrates, mientras que las posteriores se van alejando de las ideas de su antiguo maestro. En los últimos diálogos, Sócrates está callado o ausente, mientras en los anteriores es la figura principal y los interlocutores se limitan a responder “sí”, “por supuesto” y “muy cierto”. Se estima que si bien los primeros diálogos están basados en conversaciones reales con Sócrates, los posteriores son ya la obra e ideas de Platón.
Los personajes de los diálogos son generalmente personajes históricos, como Sócrates, aunque a veces también aparecen algunos de los que no se tiene ningún registro histórico. Platón no aparece nunca como personaje. Solamente es nombrado en Apología de Sócrates y en Fedón, pero nunca a aparece discutiendo con su maestro ni con ningún otro.
La estructura en forma de diálogo permitió a Platón expresar opiniones impopulares en boca de personajes antipáticos.

Su principal contribución consiste en su concepción del mundo observable como una imagen imperfecta de un reino de “Formas” inobservables e inmutables y en su concepción de la vida óptima como aquella que está centrada en el amor de esos objetos divinos
Su teoría más conocida es la de las “Ideas” o “Formas”. En ella se sostiene que todos los entes del mundo sensible son imperfectos y deficientes, y participan de otros entes, perfectos y autónomos (Ideas) y de los cuales son pálida copia, que no son perceptibles mediante los sentidos. Cada Idea es única e inmutable, mientras que, las cosas del mundo sensible son múltiples y cambiantes. La contraposición entre la realidad y el conocimiento es descrita por Platón en el célebre mito de la caverna, en La República. Para Platón, la única forma de acceder a la realidad inteligible era mediante la razón y el entendimiento; el papel de los sentidos queda relegado y se considera engañoso.

TEMAS
A diferencia de Sócrates, Platón escribió profusamente acerca de sus puntos de vista filosóficos, dejando un considerable número de manuscritos como legado.
Escribió sobre las formas de gobierno, incluyendo la aristocracia como la ideal. Platón decía que las sociedades debieran tener una estructura tripartita de clases, según el apetito (artesanos, labradores y trabajadores), espíritu (guerreros), y razón del alma (gobernantes o filósofos).
De acuerdo con este modelo, los principios de la democracia ateniense, como existía en aquella época, eran rechazados en esta idea y muy pocos estaban en capacidad de gobernar. En lugar de retórica y persuasión, Platón dice que la razón y la sabiduría son las que deben gobernar. Esto no equivale a tiranía, despotismo u oligarquía.

SÓCRATES (469-399 a.C.) 71 años

Filósofo griego nacido en Atenas.
Aunque no escribió nada, sus ideas y modo de vivir tuvieron un profundo impacto en muchos de sus contemporáneos. Conocemos sus ideas porque Platón se basó en ellas para escribir sus diálogos.
Desde muy joven llamó la atención de los que le rodeaban por la agudeza de sus razonamientos y su facilidad de palabra, además de la fina ironía con la que salpicaba sus tertulias con los ciudadanos jóvenes aristocráticos de Atenas. Sócrates era consciente tanto de la ignorancia que le rodeaba como de la suya propia, y este conocimiento lo llevó a tratar de hacer pensar a la gente y hacerles ver el conocimiento real que tenían sobre las cosas. Fingiendo saber menos, conversaba con la gente y luego les hacía notar sus errores; a esto se le denominó “ironía socrática”. Su más grande mérito fue crear la mayéutica, método inductivo que le permitía llevar a sus alumnos a la resolución de los problemas que se planteaban, por medio de hábiles preguntas cuya lógica iluminaba el entendimiento. Según pensaba, el conocimiento y el autodominio habrían de permitir restaurar la relación entre el ser humano y la naturaleza.
La sabiduría de Sócrates no consiste en la simple acumulación de conocimientos, sino en revisar los conocimientos que se tienen y a partir de ahí construir conocimientos más sólidos.
Su ocupación cotidiana era entablar conversación con cualquiera dispuesto a debatir con él. Fue un hombre de gran brillantez intelectual, integridad moral, magnetismo personal y autodominio físico.
Era de pequeña estatura, vientre prominente, ojos saltones y nariz exageradamente respingona. Su figura era motivo de chanza. Alcibíades lo comparó con los silenos, los seguidores ebrios y lascivos de Dioniso. Llevaba siempre la misma capa, y era tremendamente austero en cuanto a comida y bebida.
Se le acusó formalmente de negarse a reconocer los dioses de la ciudad, introduciendo nuevas divinidades y corrompiendo a los jóvenes. Juzgado en un solo día ante un numeroso jurado, fue declarado culpable. El castigo impuesto fue la muerte y se ejecutó por medio de un veneno, probablemente cicuta.
El pensamiento socrático se resumiría como una crítica al relativismo de los sofistas anteriores. De tal manera, según Sócrates, si decimos de un acto que es “bueno” será porque tenemos alguna noción de “lo que es bueno”. Lo mismo ocurre en el caso de la virtud, de la justicia o de cualquier otro concepto moral. Para el relativismo estos conceptos no son susceptibles de una definición universal: son el resultado de una convención, lo que hace que lo justo en una ciudad pueda no serlo en otra. Sócrates, por el contrario, está convencido de que lo justo ha de ser lo mismo en todas las ciudades, y que su definición ha de valer universalmente. La búsqueda de la definición universal según conceptos se presenta, pues, como la solución del problema moral y la superación del relativismo.
¿Cómo proceder a esa búsqueda? Sócrates desarrolla un método práctico basado en el diálogo, en la conversación, la “dialéctica”, en el que a través del razonamiento inductivo se podría esperar alcanzar la definición universal de los términos objeto de investigación. Dicho método constaba de dos fases: la ironía y la mayéutica. En la primera fase el objetivo fundamental es, a través del análisis práctico de definiciones concretas, reconocer nuestra ignorancia, nuestro desconocimiento de la definición que estamos buscando. Sólo reconocida nuestra ignorancia estamos en condiciones de buscar la verdad. La segunda fase consistiría propiamente en la búsqueda de esa verdad, de esa definición universal, ese modelo de referencia para todos nuestros juicios morales. La dialéctica socrática irá progresando desde definiciones más incompletas o menos adecuadas a definiciones más completas o más adecuadas, hasta alcanzar la definición universal como concepto. Lo cierto es que en los diálogos socráticos de Platón no se llega nunca a alcanzar esa definición universal, por lo que es posible que la dialéctica socrática hubiera podido ser vista por algunos como algo irritante, desconcertante o incluso humillante para aquellos cuya ignorancia quedaba de manifiesto, sin llegar realmente a alcanzar esa presunta definición universal que se buscaba.
Esa verdad que se buscaba, ¿era de carácter teórico, pura especulación o era de carácter práctico? Todo parece indicar que la intencionalidad de Sócrates era práctica: descubrir aquel conocimiento que sirviera para vivir. El conocimiento se busca estrictamente como un medio para la acción. De modo que si conociéramos “lo bueno”, no podríamos dejar de actuar conforme a ello. La falta de virtud en nuestras acciones será identificada, pues, con la ignorancia, y la virtud con el saber.
Y, con esto, se podría reabrir de nuevo el debate sobre si la maldad es innata en el ser humano o se explica en su ignorancia, pues todavía no ha llegado a comprender y explicar qué es “lo bueno”.